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Siria y la esperanza de la conferencia de paz

Un carro bomba adjudicado a Al Qaeda estalló pocos días antes del encuentro en el que países miembros aspiran a discutir una transición hacia la paz.

Rosanna West
16 de enero de 2014 - 06:31 a. m.
Siria y la esperanza de la conferencia de paz
Foto: EFE - ALAIN JOCARD / POOL

El miércoles estalló un coche bomba supuestamente puesto por insurgentes vinculados a Al Qaeda, murieron al menos 26 personas en Jarablos, una ciudad del norte de Siria. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos afirma que la mayoría de las víctimas eran combatientes rivales de la oposición. La situación continúa siendo grave.

Los territorios del norte y del este de Siria, controlados por los rebeldes, están sumidos en el peor episodio de enfrentamientos fratricidas desde que empezaron los levantamientos hace casi tres años. Los conflictos han dejado cientos de muertos en poco más de una semana, entre una alianza de grupos rebeldes y un grupo afiliado a Al Qaeda conocido como el ‘Estado islámico de Irak y Levante’ (ISIL).

Hubo decenas de heridos como resultado del atentado en el pueblo de Jarablos, algunos de ellos de gravedad, por lo que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos no descartó que la cantidad de víctimas mortales pueda aumentar. El Centro de Información de Alepo, gestionado por activistas opositores al régimen sirio, difundió en internet un vídeo supuestamente grabado después del estallido, donde se precisaba que el atentado tuvo lugar en la zona de Al Uaquía, en Jarablos, y mostraba una calle donde había varios vehículos calcinados.

Según datos del Observatorio, el Estado Islámico (ISIL) controla al menos 19 poblaciones de la periferia de la ciudad de Alepo, de donde se retiró la semana pasada, después de que los rebeldes tomaran el cuartel general de los extremistas en esta localidad, la mayor del norte de Siria.

Este ataque ocurrió apenas dos días después de que Moscú y Washington, a través del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, hicieran un llamado conjunto para que el régimen y los rebeldes acordaran un cese de hostilidades en algunas partes del país. Fue la rara unificación de dos voces principales en la crisis siria, en la que los EE.UU. ha apoyado a la oposición y Moscú a su viejo aliado, el presidente Bashar al Asad.

"Lo que se puede hacer antes del comienzo de la conferencia se debe hacer", declaró Lavrov. "Vamos a tratar de enviar señales a todas las partes sirias sobre la necesidad del establecimiento de un alto el fuego localizado".

Esta petición llegó antes de la conferencia que tendrá lugar el 22 de enero en Ginebra entre los países 'Amigos de Siria', una alianza de países principalmente occidentales y árabes del Golfo que apoyan a la oposición siria. La reunión internacional quiere reunir el gobierno de Al Asad y los grupos rebeldes con el fin de llegar a un acuerdo, después de un conflicto de casi tres años, que ha matado a 130.000 personas.

"Instamos a la Coalición Nacional (el principal bloque de oposición) para responder positivamente a la invitación de configurar la delegación de la oposición siria, enviada por el Secretario General de la ONU", dijo el grupo 'Amigos de Siria' en un comunicado conjunto. La Coalición Nacional ha dicho que decidirá el 17 de enero si va a participar en la conferencia.

El ministro de Exteriores sirio, Walid Muallem, también visitará Moscú el viernes antes de las conversaciones, confirmó el ministerio de Relaciones Exteriores ruso. Kerry y Lavrov dijeron que también discutieron intercambios posibles de prisioneros y la apertura de caminos humanitarios para llevar ayuda a los millones de personas afectadas por el conflicto. Lavrov aclaró que el régimen de Al Asad había indicado que estaba dispuesto a permitir el acceso de la ayuda humanitaria, citando el suburbio de Damasco, East Ghouta, donde miles de personas han quedado atrapadas por los combates. "Esperamos que la oposición haga movimientos similares", dijo Lavrov.

Sin embargo, las divisiones fueron evidentes sobre el papel del principal apoyo regional de Siria, Irán. Lavrov comentó que hay una "necesidad absolutamente evidente" de participación del gobierno de Teherán y Arabia Saudita. Lakhdar Brahimi, el enviado y asesor de las Naciones Unidas, y el enviado especial a Siria, dijo que él también apoya la participación de Irán. No obstante, Washington ha bloqueado los esfuerzos para extender una invitación a Teherán hasta que esté de acuerdo con la idea de un gobierno de transición, establecida en las primeras negociaciones de Ginebra.

Kerry clarificó que Irán sería "bienvenido" si acepta el acuerdo de Ginebra I, y agregó: "Invité a Irán hoy para unirse a la comunidad de naciones (...) y ser un socio constructivo para la paz". El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo que Teherán sólo tomaría parte en las conversaciones "sin condiciones previas".

El régimen sirio ha dicho que va a asistir a la conferencia en Suiza pero que la renuncia de Al Asad no es una opción. Por otra parte, el líder de la coalición opositora, Ahmad Jarba, asistió a las conversaciones de París y declaró durante una conferencia de prensa que los 'Amigos de Siria' habían acordado que Al Asad y su familia no tendrán un papel en el futuro del país. "Estamos todos de acuerdo para decir que Al Asad no tiene futuro en Siria", dijo. Parece que esta diferencia en las ideas podría sabotear cualquier intento eficaz o iniciativa de paz.

Por Rosanna West

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