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El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió este viernes de que la violencia es continúa y creciente en Damasco en el contexto general de la guerra civil en Siria, donde en las últimas semanas la atención internacional se ha centrado sobre todo en los combates de Alepo.
En la capital siria, los enfrentamientos "han aumentado casi sin interrupción" desde mediados de julio, a lo que se suma que varias partes del país "están al borde de un deterioro irreversible", señaló el único organismo humanitario internacional con presencia propia dentro de Siria.
En esta evaluación, el CICR enfatizó también que decenas de miles de personas han sido desplazadas en las últimas semanas y que en muchos casos se trata de familias enteras que "son completamente dependientes de la asistencia humanitaria".
Esa ayuda proviene principalmente de las comunidades a las que se desplazan, movidas por la solidaridad; la Media Luna Roja Siria, la sociedad nacional de socorro; y el CICR, que desde julio atiende las necesidades más urgentes de las víctimas de la violencia en Damasco y sus alrededores.
Sin embargo, los equipos del organismo han encontrado dificultades para operar fuera de la ciudad por los combates, comentó la jefa de la delegación del CICR en Siria, Marianne Gasser.
Agregó que en la situación tan grave que atraviesa el país árabe, la entidad ha debido ajustar ciertos procedimientos internos para garantizar que la asistencia llegue a la gente en el menor tiempo posible.
Desde inicios de año, el CICR ha aportado comida para 800.000 personas en Siria, la mayoría desplazadas; agua para más de un millón en Damasco y Homs, y ha distribuido material médico diverso en varias ciudades donde hay enfrentamientos.