La iniciativa del gobierno también pretende cimentar aún más los lazos de Ucrania con Europa, pues, por ley, quedaría prohibido que el gobierno ucraniano adhiera a un bloque económico, militar o político que interrumpa sus intenciones de, eventualmente, formar parte de la Unión Europea.
Estos hechos llegan en una semana particularmente crítica para Ucrania, cuyas fuerzas militares sufrieron duros reveses en enfrentamientos con rebeldes prorrusos en regiones diferentes a Donetsk y Lugansk que, en efecto, parecen haber abierto un tercer frente de batalla en una guerra que, hasta hoy, ha dejado más de 2.200 muertos. La denuncia del gobierno ucraniano es que esta nueva batalla, que se libra en inmediaciones de las poblaciones de Mariupol y Novoazovsk, es liderada por fuerzas rusas, con armamento que ingresó a Ucrania desde la frontera con Rusia.
La próxima semana, la OTAN celebrará una cumbre en la que discutirá la posibilidad de abrir bases permanentes para tropas de la alianza en estados bálticos como Latvia, Lituania o Estonia. A la reunión también asistirá el presidente ucraniano, único líder de un país no miembro de la organización en ir al evento, para negociar la posible apertura de fondos de inversión para reforzar sus fuerzas militares en temas como pensiones de sus efectivos, logística y defensas electrónicas.