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Un año de conquistas y duros golpes

La caída de Ramadi, en Irak, es una de las derrotas más importantes del Daesh, que en 2015 perdió el 14% del territorio que había tomado.

Redacción Internacional
29 de diciembre de 2015 - 04:15 a. m.

Desde que el grupo terrorista Estado Islámico proclamó en junio de 2014 un Califato en Siria e Irak (una forma de Estado dirigido por un líder político y religioso de acuerdo con la ley islámica o sharia) ha perdido el 14% del territorio. El Daesh (Estado Islámico en árabe) tenía bajo su dominio cerca de 100.000 km2 y hoy, de acuerdo con la firma especializada en seguridad IHS, controla 78.000 km2.

“El EI cedió 14% del territorio, 12.800 km2, que controlaba debido al avance de las fuerzas de Siria e Irak, apoyadas por los bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos”, señala el informe de IHS Conflict Monitor. Este estudio, sin embargo, no incluye la pérdida de Ramadi, una ciudad al oeste de Bagdad que había caído en mayo en manos del Daesh, que había establecido allí un complejo estratégico en el centro de la ciudad.

El califato incluye ciudades como Mosul, Tikrit, Faluya y Tal Afar en Irak y Raqqa en Siria. Además de campos de petróleo, represas, carreteras y límites fronterizos. Se calcula que cerca de ocho millones de personas viven el control del Estado Islámico, que gobierna con un régimen de terror, obligando a los no musulmanes a convertirse o a pagar un impuesto e imponiendo castigos que incluyen ejecuciones.

“Ramadi ha sido liberada y las fuerzas armadas del servicio antiterrorista han izado la bandera iraquí sobre el complejo gubernamental”, anunció el portavoz del mando de las operaciones conjuntas, el general de brigada Yahya Rasul, en la televisión estatal. Los habitantes de varias ciudades del país salieron a las calles para celebrar la que se considera como la mayor victoria de las fuerzas gubernamentales desde que el EI conquistó extensas zonas de Irak desde 2014.

Primeros resultados

Esta conquista se suma a otras que este año obtuvo el ejército iraquí, apoyado por milicias chiitas o combatientes kurdos. Gracias a esa alianza este año también les arrebataron Tikrit y Bajii, al norte de Irak, así como Sinjar, en el noroeste del país.

En los últimos meses, el grupo terrorista fue cediendo terreno en Irak. Según el ministro iraquí de Defensa, Khaled al Obeidi, las tropas iraquíes están cerca de reconquistar la mitad del territorio tomado por el EI en 2014.

En Siria, el grupo liderado por Abu Bakr al Baghdadi, perdió amplias franjas de terreno en la frontera norte con Turquía, incluido el paso fronterizo de Tal Abyad, que era su principal acceso a la frontera desde Raqqa, capital del califato. “Hemos visto un impacto financiero negativo en el EI debido a la pérdida de control del paso fronterizo de Tal Abyad debido a la reciente intensificación de los bombardeos aéreos contra la capacidad de producción de petróleo”, señaló Columb Strack, director del estudio del IHS, que destaca que aún con estos triunfos el gobierno de Bashar al-Asad en Siria sólo controla el 30% de su territorio.

De acuerdo con el experto, si bien los ejércitos sirio e iraquí le han asestado duros golpes al Daesh, son los kurdos la verdadera piedra en el zapato para los islamistas. “Los kurdos son los grandes ganadores de 2015, pues han recuperado buena parte del territorio. Los kurdos conforman la minoría étnica sin Estado propio más importante de todo Medio Oriente: más de 30 millones de personas –según los cálculos más conservadores– repartidas en un territorio que hoy se dividen Turquía, Siria, Irak e Irán. Durante años han luchado por tener un Kurdistán independiente y han sido golpeados duramente por los gobiernos de los países que hoy se ven beneficiados por sus buenos oficios. Analistas consideran que la amenaza del grupo autodenominado Estado Islámico podría contribuir a hacer el suelo del kurdistán una realidad. Ante la fuerza que han tomado los kurdos en la defensa ante el Daesh, Estados Unidos y otros gobiernos han tenido que reconocerlos como aliados en la lucha contra el terrorismo islámico. Las Unidades de Protección Popular (YPG) en Siria son los que más resultados han obtenido a la hora de detener a los milicianos del EI.

Ante la celebración por la retoma de Ramadi, Pierre-Jean Luizard, director de investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, y autor de un libro reciente sobre el Estado Islámico, advirtió al New York Times que “Ramadi no es un punto de inflexión, el Estado Islámico no podrá ser derrotado hasta que la minoría árabe sunita ¬que dominó Irak hasta la invasión de Estados Unidos que derrocó a Sadam Hussein en 2003¬ se asegure un puesto en el gobierno”.

Por Redacción Internacional

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