Un defensor de los migrantes reacciona a las medidas de Donald Trump: “No vamos a sacrificar a los inmigrantes”

Ciudades como Nueva York y Los Ángeles ya se han declarado en contra de la orden del mandatario de colaborar con las autoridades migratorias para detener y deportar a los indocumentados. Víctor Narro, abogado y experto en migración de la UCLA, aclara las dudas sobre lo que sucede tras las órdenes presidenciales.

Juan David Torres Duarte
27 de enero de 2017 - 03:00 a. m.
Activistas a favor de los migrantes protestaron en Los Ángeles, California, una de las cerca de 300 ciudades santuario en Estados Unidos.  / AFP
Activistas a favor de los migrantes protestaron en Los Ángeles, California, una de las cerca de 300 ciudades santuario en Estados Unidos. / AFP
Foto: AFP - MARK RALSTON

Cerca del 50 % de la población de California es migrante. Por ello, las recientes medidas del presidente Donald Trump para detener y deportar migrantes sin papeles han caído tan mal. Las palabras del vicegobernador de California, Gavin Newson, resumen la posición oficial de ese estado: “No tenemos miedo de luchar porque no es por nosotros, sino por nuestra gente”. En las órdenes ejecutivas que firmó el miércoles, además de materializar la construcción del muro en la frontera con México, Trump ordenó aumentar el pie de fuerza de la policía migratoria y retiró los fondos para las “ciudades santuario” (ver final de este artículo), aquellas que dejan libres a los migrantes sin papeles que no tengan antecedentes judiciales. ¿Qué impacto tendrían en los migrantes? Víctor Narro, experto en migración y director de proyecto del Centro de Trabajo de la Universidad de California, aclara estas dudas.

¿Las medidas que tomó Trump son más fuertes que la ley actual?

Sí. Lo que hizo fue anunciar órdenes ejecutivas, con las cuales quiere hacer varias cosas. Por un lado, quiere que las agencias policíacas locales colaboren con el Departamento de Inmigración para encontrar personas y deportarlas. Pero siempre hemos luchado contra ese tipo de políticas. Nuestra posición es que el gobierno federal debe reforzar las leyes migratorias y no debe colaborar con las autoridades locales, porque necesitamos que los inmigrantes tengan fe en ellas, no que se destruyan. Por eso hemos construido el concepto de ciudades santuario. La política es que no vamos a cooperar con el Departamento de Inmigración. Eso es lo que quiere cambiar Trump. Quiere que sea una obligación, un requisito. Y dice que si no lo hacen, les va a quitar fondos federales.

Por otro, quiere construir el muro en la frontera. Hay muchos estudios que han declarado que es imposible construirlo en la frontera. Es difícil construirlo por la geografía. Y también quiere aumentar el número de agentes en la frontera. Quiere crear una frontera que sea un arma. El Congreso todavía tiene que aprobar los fondos. Pero el Congreso es republicano y es posible que los apruebe. (Lea sobre por qué Trump se ha convertido en el verdugo de México)

¿Las órdenes aplican de inmediato o tienen que pasar por el Congreso?

Las órdenes ejecutivas son políticas que Trump puede implementar. Lo que pasa es que muchas de ellas van a requerir recursos, y ahí es donde tiene que seguir un proceso en el Congreso. Ahí vamos a enfrentar esa política.

¿Las detenciones aumentarán en los meses que vienen?

Estamos creando programas en varios estados para que, en caso de que alguien sea detenido por cualquier razón por parte de esta nueva política, vamos a proveer representación legal para que luche contra su deportación. Estamos invirtiendo recursos para proveer este servicio. A la vez, tenemos que luchar en un nivel más grande contra la política general. Tenemos que cambiar el ambiente de odio que ha creado Trump.

La orden acaba con el sistema de “detener y soltar” (cuando capturan a un inmigrante sin pasado judicial, las autoridades pueden dejarlo libre). ¿Van a seguir aplicándolo en las ciudades santuario?

Vamos a seguir reforzando las políticas locales. La policía puede detener a una persona si ha cometido algún crimen. Si no hay ninguna razón, vamos a dejar que se vaya. Va contra la Constitución de este país. No vamos a detener a alguien para que entre el Departamento de Inmigración y se la lleve. Vamos a mantener esa política.

La orden estipula que las personas sin papeles, así no tengan antecedentes judiciales, pueden ser detenidas. Si yo fuera un colombiano o un salvadoreño sin papeles, ¿puedo estar hoy en la calle como estaba hace unos días?

Creo que no debemos ser víctimas del temor. Trump necesita su poder con prácticas que crean temor. Hay muchas organizaciones que existan en Los Ángeles y en muchas otras partes, y vamos a trabajar con los políticos para crear una red fuerte en contra de Trump. Estamos haciendo consultas legales, foros comunitarios. Estamos diciéndoles a los migrantes que hay muchos recursos para apoyarlos y que no debemos ser víctimas del temor. Quiere que pensemos que no hay nada que se pueda hacer y debemos cooperar con sus políticas.

Sin embargo, no todos los estados estamos en la misma página, luchando contra Trump. Tenemos que enfocarnos en esos estados o ciudades donde sí va a haber mucha cooperación con el Departamento de Inmigración. Creo que los inmigrantes van a sufrir bastante en esos estados. Vamos a estar muy divididos y va a ser muy difícil la situación que viene por delante.

¿Quitarles los fondos a las ciudades santuario es una forma real para forzarlas a colaborar con las autoridades de migración?

En las ciudades como San Francisco y Los Ángeles tenemos otros tipos de recursos. Vamos a luchar, de cualquier modo, para que no nos quiten fondos. Legalmente, nuestra posición es que el estado de California da fondos al gobierno federal con sus impuestos, y damos más de lo que recibimos. Si nos quitan los fondos, vamos a hacer una demanda contra Trump y nuestro argumento es que ellos nos deben fondos. Legalmente, no nos puede quitar los fondos. Estoy más preocupado por las ciudades pequeñas. Hay cerca de 300 que se han declarado ciudades santuario; la mayoría están aquí en California. Tenemos que encontrar la manera de ayudarlas. No vamos a sacrificar a los inmigrantes. El gobierno federal puede entrar en cualquier ciudad. Pero nosotros decidimos si cooperamos o no.

En ese sentido, ¿qué tan realistas son estas medidas? ¿El gobierno estadounidense sabe la carga que conllevarían las detenciones y procesos?

No hay suficientes recursos y no existe un proceso para detener y deportar a los 11 millones de personas que están en este país sin papeles. Y estas personas ya están bien establecidas. Muchas han vivido aquí por muchos años. Han contribuido a nuestra economía. Y vamos a hacer todo lo posible para que puedan quedarse en este país. Es imposible hacer un muro y detener a esos 11 millones de personas. Tenemos que establecer nuevos programas para migrantes y cómo podemos darles oportunidades, en vez de destruir las vidas de esas personas. Es un sistema de temor que no debe existir en una democracia.

¿Cree que estados como California y Nueva York se convertirán en estados donde los migrantes se comiencen a aglomerar?

Sí. Cuando los migrantes van a una ciudad, se entregan a ella, se crían en esa comunidad. Es muy difícil que se vayan a otro estado. Queremos ayudarles para que se puedan quedar en esa ciudad. Es seguro que muchos van a tratar de irse a otros estados donde es más seguro y hay más protección, y eso va a crear un gran sufrimiento, porque moverse de un estado a otro es como moverse de un país a otro. Estamos tratando de ver cómo podemos proteger a los migrantes en donde están ubicados, para que puedan quedarse allí, que sientan que tienen protección.

***

Esto fue lo que ordenó Trump:

1. Destinar fondos para la construcción del muro en la frontera sur.

2. Vetar la liberación de inmigrantes irregulares detenidos (política que ha sido llamada “detener y soltar” [“catch and release”]).

3. Mantener la deportación de migrantes que hayan cometido delitos.

4. Eliminar recursos federales para las “ciudades santuario”, aquellas que no entregan a los migrantes sin pasado judicial para su deportación, entre ellas Los Ángeles y Nueva York.

5. Asegurar la cooperación de las autoridades locales con las autoridades migratorias para la deportación de los indocumentados.

6. Crear más centros de detención, contratar a 5.000 policías más para reforzar la frontera y triplicar el número de agentes para realizar detenciones y deportaciones dentro del país.

Por Juan David Torres Duarte

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