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Un millar de familias en contra de la vacuna contra la polio

A pesar de las campañas y los rastros visibles que deja la enfermedad, los padres se niegan a vacunar a sus hijos, pues creen que se trata de una conspiración estadounidense.

Redacción El Mundo
24 de noviembre de 2014 - 05:30 p. m.

Según la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, alrededor de 300 mil niños en Pakistán no han sido vacunado contra la polio en los dos últimos años, ya que sus padres están convencidos que se trata de una conspiración de Estados Unidos para esterilizar a sus hijos.

Debido a dicha negatividad, la BBC informó que en lo que va del presente año ya son 200 los casos de polio que se han registrado en la república islámica, cifra que hasta el momento es la más alta registrada en aproximadamente 15 años, no obstante, aun sabiendo dicha cifra, los padres siguen rehusándose a vacunar a sus hijos para protegerlos de tan infecciosa enfermedad.

Ante el lamentable caso, Abrar Khan, de 26 años, quien adquirió la enfermedad a los tres años, hace parte de un equipo dedicado a cambiar la mentalidad de aquellos padres que se rehúsan a inmunizar a sus hijos, luego de ser testigo de la gran contaminación a la que están expuestos diariamente los niños de la región.

Hace diez años Khan intenta cambiar la mentalidad de las familias negativas respecto a la vacuna, pues sabe bien de donde provienen la mayoría de los residentes de Baldia, de zonas tribales de Pakistán, las cuales son consideradas zonas de alto riesgo debido a la falta red de saneamiento.

De acuerdo con el periodista de la BBC que acompaña a Khan en su visita a familias pakistaníes para promover la vacuna, al caminar por una estrecha calle pasa también junto una cloaca que se encuentra al aire libre llena de excrementos y basura en descomposición, la cual es posible oler desde lejos y atraviesa un área residencial, donde juegan decena de niños al parecer menores de cinco años, que podrían fácilmente contraer polio en dicho ambiente tan contaminado.

Continuando con su recorrido, el periodista logra apreciar como a pesar de ir casa por casa, Khan es rechazado por personas mayores rodeadas de niños, entre las que destaca la de una señora quien lo atiende con cuatro niños curiosos detrás de ella.

La mujer afirma que ninguno de los pequeños de sus vecinos ha sido vacunado, “¿Por qué quieren vacunar a mis nietos? Yo no estoy de acuerdo con esto, no les tengo confianza”, indica con rabia al tiempo que hace un gesto de finalizar la conversación.

Sin darse por vencido, Khan y sus compañeros, quienes deben ser escoltados por policías armados se dirigen la vivienda vecina donde un hombre desde la entrada les grita "mis hijos no necesitan esto. Déjenlos en paz. ¿Por qué polio? ¿Por qué no se preocupan por otras enfermedades?", a lo que el hombre calmado responde: "Estamos tratando de eliminar la polio. Queremos probar que esto es posible".

No obstante y molesto el hombre responde con gritos: “¿Mostrar a quién? ¿A Estados Unidos? ¡No me importa lo que piense Estados Unidos!” añadiendo que no confía en el grupo emprendedor de la campaña de vacunación.

Khan con ánimos de convencerlo le muestra un folleto con el texto de una fatwa, “un decreto religioso de un clérigo que aprueba la vacunación contra la polio”, pero el hombre aún más agitado le grita diciendo: "¿Qué es esto?", "yo no puedo leer, ¿por qué me da esto?", y puntualiza diciendo a Khan que se marche cerrando la puerta de un golpe.

A medida que se alejan de las viviendas Khan les explica que a pesar de hablarles de todas las formas que encuentra con tal de convencerlos, ninguno hace caso o quiere escuchar lo que tiene que decir, aunque les muestre su condición y les haga ver que sus hijos podrían acabar como él.

El periodista destaca la frustración que podía transmitir Khan quien con desilusión afirmaba que el hombre a quien intentaba convencer hace “algo muy injusto a sus hijos al negarles la vacunación. Los está conduciendo hacia la discapacidad de por vida. Es el peor enemigo de sus niños”.

Que los padres se opongan a la vacuna no es razón suficiente para la cantidad de casos de polio que se han presentado, algunos observadores mencionan un factor aparte, la mala gestión por parte del gobierno.

De acuerdo con un informe reciente, el programa oficial contra dicha enfermedad es “un desastre” ya que las autoridades tardan mucho en organizar campañas de vacunación —las cuales son ineficientes—, además de que los trabajadores de los programas oficiales tienen a su cargo demasiados trabajos y encima cuentan con mala paga.
 

Por Redacción El Mundo

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