Machado, destituida el 24 de marzo por el PSUV tras ser acusada de actuar como delegada alterna del gobierno de Panamá en una audiencia ante la ONU, ha negado las acusaciones lanzadas en su contra. Si bien reconoció que “los dos correos (buzones) electrónicos que mencionan son de mi propiedad”, la opositora afirmó que los contenidos e informaciones “son falsos”.
“Ellos saben que Venezuela colapsa, que Maduro pierde todo el apoyo y necesitan intimidar a quienes llamamos las cosas por su nombre y apoyamos la protesta ciudadana”, dijo Machado.
Recordó que pese a que hasta ha sido amenazada de muerte por su oposición, continuará con su lucha para que “vuelva la democracia a Venezuela” y no descartó que termine en la cárcel, tal como ocurrió con el también diputado Leopoldo López. “Nosotros estamos muy conscientes de los riesgos que implica enfrentar a un régimen monstruoso y criminal como el que tenemos”, manifestó, al afirmar que es un hecho que “estas decisiones se toman en La Habana”.
El chavismo incluyó en sus denuncias al nuevo embajador de EE.UU. en Colombia, Kevin Whitaker. Sin embargo, el Departamento de Estado tachó de “falsa e infundada” la acusación del chavismo. “En cuanto al señor Whitaker, mientras estuvo en el Departamento de Estado tuve reuniones con él, con su jefa, Roberta Jacobson, como tuve también con el canciller de Canadá (...) porque como diputada es mi responsabilidad que el mundo sepa lo que está ocurriendo en Venezuela”, dijo Machado. Anunció también que presentará una denuncia formal.