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"Una conducta deplorable"

Los talibanes seguirán el diálogo de paz con EE.UU., a pesar de la revelación de un video de marines orinando sobre cadáveres de afganos.

Redacción Internacional
12 de enero de 2012 - 10:16 p. m.

Cuatro marines norteamericanos ríen mientras orinan sobre los cadáveres de supuestos talibanes. Esa es la imagen del video que le da la vuelta al mundo, que despierta la ira del gobierno afgano y que cae como un balde de agua fría justo cuando se inician por primera vez en la historia los diálogos entre EE.UU. y el régimen talibán, en busca de una solución a la violencia que azota a Afganistán desde hace más de diez años.

Los abusos por parte del ejército norteamericano en el país asiático no son nuevos. Los talibanes, para quienes lo que aparece en el video es un “acto bárbaro y salvaje”, denunciaron que en la última década ocurrieron casos similares que no han sido revelados. Uno que sí se conoció fue el de la cárcel de Abu Ghraib en 2004, cuando aparecieron fotos de prisioneros iraquíes humillados y torturados por soldados estadounidenses. Cinco años más tarde, después de que un escuadrón del ejército terrestre matara a tres civiles afganos, también circularon fotos de los militares sosteniendo los cadáveres como trofeos.

El gobierno y el ejército de EE.UU. calificaron como deplorable la conducta de los militares y dijeron haber identificado a los implicados, pertenecientes al tercer batallón del Segundo Regimiento de Marines, cuya base está en Camp Lejeune, Carolina del Norte. La acción de los militares podría entenderse como una violación a la Convención de Génova, que prohíbe profanar los cuerpos de quienes han muerto en la guerra. Según el secretario de Defensa, Leon Panetta, los militares serán castigados “en la mayor medida posible”.

Además de las condenas al ejército estadounidense por parte de la OTAN, el gobierno afgano y el régimen talibán, así como la posible reacción de ira contra los norteamericanos que pueda estallar en el mundo islámico, preocupa que las negociaciones entre EE.UU. y los talibanes se vean obstaculizadas.

Representantes de la milicia afgana y de Washington intentan iniciar un diálogo de paz desde 2010. La semana pasada los talibanes dijeron que abrirían una oficina en Qatar para seguir las negociaciones, con la intención de hacer un canje de afganos detenidos en la cárcel de Guantánamo por soldados norteamericanos que ellos mantienen secuestrados.

Zabiulá Muyahed, portavoz talibán, aseguró que el diálogo no se detendrá por la revelación del video. Pero en sus declaraciones hay algo que sí entorpece la negociación: si por un lado dice que se hacen esfuerzos políticos por la paz, por el otro afirma que seguirán con la Guerra Santa.

El gobierno de Obama exige como condición previa al canje que los insurgentes pongan fin a la violencia, lo cual no pasará según Muyahed, y que reconozcan la legitimidad del gobierno del presidente afgano, Hamid Karzai. No son los únicos obstáculos: el asesinato en septiembre del máximo encargado talibán para las negociaciones, así como el atentado perpetrado la semana pasada por un kamikaze que mató a cinco personas en Kandahar, representan escollos difíciles en el camino hacia la paz.

El inicio del diálogo, sin embargo, sigue en pie y será determinante no sólo para el futuro del pueblo afgano, sino para la campaña hacia la reelección del presidente Barack Obama y el balance final de su actual gestión.

Por Redacción Internacional

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