Una semana después del naufragio del "Sewol", un ferry surcoreano con centenares de pasajeros a bordo, han sido recuperados más de 130 cadáveres y más de 160 personas, en su mayoría adolescentes liceales, siguen desaparecidas, una espera que prolonga la agonía de los padres.
Los familiares de los desaparecidos se reúnen desde la mañana en el puerto de Jindo, la isla vecina al lugar de la catástrofe, y allí esperan la llegada de los barcos de rescate que, a intervalos cada vez más frecuentes, desembarcan los cadáveres que van siendo recuperados.
El ferry, que transportaba 476 personas a bordo, naufragó el miércoles 16 de abril hacia las 09H00 de la mañana local, frente a la costa meridional de Corea del Sur en singladura hacia la isla turística de Jeju. más de 350 de los pasajeros eran liceales en viaje de vacaciones, acompañados por una decena de profesores.
Estos frecuentaban la escuela Danwon, en Ansan, una ciudad ubicada al sur de Seúl. Todos el país se encuentra de duelo.
Unos 280 estudiantes murieron o desaparecieron en el accidente. El director adjunto del colegio, quien sobrevivió al naufragio, se ahorcó dos días más tarde.
El establecimiento acoge un memorial en su gimnasio: canastas con crisantemos blancos, amarillos y verdes rodean los retratos de 22 jóvenes, cuyos funerales ya tuvieron lugar.
Más arriba de un verdadero muro de flores, una pancarta dice: "rezamos por las almas de quienes se fueron".