Tres años y seis meses completa Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres, donde evita ser extraditado a Suecia para responder por tres acusaciones de abuso sexual en su contra (dos de estas denuncias ya prescribieron). Assange y sus abogados han alegado reiteradamente, y lo seguirán haciendo, que su extradición a Suecia sería un montaje para luego entregarlo a Estados Unidos, donde tendría que responder por la filtración, en 2010, de miles de documentos secretos del Departamento de Estado estadounidense, relativos a las guerras en Irak y Afganistán. La decisión hecha pública por la ONU este viernes se convirtió en la última opción del fundador de Wikileaks para salir libres, después de que este organismo calificara como “arbitraria” su detención. (Vea: Todos los detalles de la investigación por abuso sexual en Suecia que mantiene encerrado a Assange)
La pregunta, ahora, es qué viene para el australiano y si dicha determinación, calificado por él como “histórico”, será la opción para poder salir de Suecia. Lo cierto es que suecos y británicos no tienen la obligación de cumplir lo que la ONU señale, pues el pronunciamiento del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas no tiene una naturaleza jurídica vinculante y no se trata técnicamente de un “fallo”.
En su primer pronunciamiento tras hacerse pública las conclusiones de la ONU, Assange manifestó al respecto que si bien no es un decisión vinculante, él sí considera que tienen un carácter legal obligatorio. Además, señala, tanto Suecia como Reino Unido conocieron con antelación los resultados del documento de la ONU y nunca presentaron una apelación, aunque tuvieron oportunidad de hacerlo.
De su lado, el coordinador del equipo de abogados que defiende a Assange, el jurista español Baltasar Garzón, dijo que "la prioridad ahora es que Suecia retire la orden" que pende sobre el fundador de WikiLeaks, pues la decisión de la ONU "la deja vacía de contenido". Cuando se permita salir en libertad al informático, "el procedimiento legal podría continuar", señaló, al tiempo que alertó que, si pese a todo se mantiene la orden de detención, "en violación de sus derechos fundamentales", "se convierte en un caso de tortura y malos tratos".
No obstante pese al aire de victoria que tomó este viernes Julian Assange, lo cierto es que con antelación Suecia ya había indicado que sin importar lo que señalara la ONU, su determinación no alterará sus decisiones, su investigación y el funcionamiento de sus leyes