Al menos 401 personas han muerto en los últimos diez días en Alepo y su periferia, en el norte de Siria, en bombardeos de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, según el último saldo de víctimas publicado este miércoles por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo precisó que entre los fallecidos hay 117 menores de edad, 34 mujeres y treinta combatientes de la oposición.
El lunes, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora, amenazó con no acudir a la conferencia de paz de Ginebra, prevista para el 22 de enero, si no cesaban los ataques de la aviación militar contra Alepo.
Por su parte el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, pidió este miércoles al régimen sirio que detenga los bombardeos aéreos con barriles de explosivos contra la ciudad de Alepo, en el norte del país.
En un comunicado, Al Arabi expresó su "profunda preocupación" por el aumento de la violencia y los asesinatos en Siria.
"Es necesario que el Gobierno sirio y todas las partes armadas de este conflicto se atengan al derecho internacional humanitario, especialmente a la prohibición del uso de armas excesivamente nocivas contra civiles de forma indiscriminada", afirmó Al Arabi.
El secretario general de la Liga Árabe exigió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que "cumpla con sus responsabilidades" en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
También reclamó a ese organismo que tome las medidas necesarias para conseguir un alto el fuego en todo el territorio sirio para permitir el acceso y la libre circulación de las organizaciones de ayuda humanitaria a las zonas afectadas y sitiadas.