La ruta del pez invasor

Es venenoso, pero su picadura no es mortal. Las espinas de sus aletas producen inflamación, dolor intenso, náuseas, dificultad para respirar e, incluso, convulsiones y hemorragias. La recomendación de los especialistas es sumergir la herida y lavarla en agua caliente (entre 38 y 43 grados centígrados) durante 20 minutos. Con el calor el veneno desaparece. Se mueve lento y tiene múltiples colores y espinas que simulan la melena de un león. No pesa más de un kilo y medio. Puede llegar a alimentarse de presas que miden 2/3 de su tamaño y consumir diariamente entre el 2,5 al 6% de su peso corporal. Puede durar hasta 12 semanas sin alimentarse. ¿Cuál es su peligro? Una de las opciones para erradicarlo es comerlo. Al cocinarse, el veneno que se localiza en las espinas de sus aletas se descompone rápidamente. ¿Cómo llegó? ¿Dónde se ha encontrado en Colombia?