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Las Acacias, ¿aeropuerto de juguete?

La nueva pista parece ir un paso adelante de los estudios que adelanta la Aerocivil en busca de un sitio para el aeropuerto alterno a El Dorado.

Alexánder Marín Correa
01 de abril de 2012 - 08:46 p. m.

El presidente de la República Juan Manuel Santos y el director de la Aeronáutica Civil anunciaron en mayo del año pasado la decisión de construir un aeropuerto alterno para Bogotá. Justo un mes después un grupo de particulares inició el trámite para construir el aeródromo Las Acacias en Nemocón (Cundinamarca), un proyecto que pese a que sus dueños dicen que es un “juguete”, curiosamente tiene varias características que el Gobierno tiene en mente para la nueva terminal aérea.

El día del anuncio, Santos explicó que el nuevo aeropuerto sería para operaciones privadas y militares, con el fin de dejar El Dorado sólo para vuelos comerciales y de carga. Además, que estaría definido antes de 2014. Como datos clave indicó que la terminal quedaría en la sabana de Bogotá y que se destinarán casi $600 mil millones para la primera pista y la compra de terrenos.

Pese a que no mencionó los posibles puntos donde se adelantarían los estudios iniciales para evitar la especulación con el precio de los predios, funcionarios de la Aeronáutica confirmaron a El Espectador que los ojos han estado puestos en Nemocón, ubicado a menos de una hora de Bogotá. Por eso, ante las coincidencias, uno de los funcionarios de la entidad criticó que no hubieran blindado la zona.

Es justo allí donde avanza el proyecto privado, con licencia de la Aeronáutica y que lleva en marcha sigilosa casi un año. Aunque podría ser una coincidencia, fue el 7 de junio, un mes después del anuncio del Gobierno, que a la Subdirección de la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica llegó la solicitud de licencia para la construcción del aeródromo Las Acacias, en la vereda Casablanca de Nemocón, cerca del peaje de Casablanca, en la doble calzada Zipaquirá-Ubaté.

La solicitud la hicieron Margarita Duque Román y Bernardo Sanint Gutiérrez (actual presidente de Foto Japón), quienes anexaron documentos como estudios, planos, inspección técnica y certificado de estupefacientes, recopilados entre febrero y mayo del año pasado. También anexaron los papeles de los terrenos donde construirían la pista, específicamente de las fincas Villa Alicia y La Armonía, con extensión de casi 500 mil metros cuadrados que, según certificado de tradición de las propiedades, Sanint Gutiérrez las compró en febrero del año pasado a José Antonio Galán en casi $1.500 millones.

Dos días después, la Aeronáutica expidió la resolución 03022, con la que les concedió el permiso para la construcción de una pista de 1.500 metros para uso privado y resistencia para seis toneladas. La licencia fue firmada por el coronel Carlos Silva, subdirector general de la Aeronáutica; Luis Bernardo Puentes, jefe del grupo de Aeródromos, y Aldemar Pinzón, gerente aeroportuario. Según el documento, una vez terminada la obra se iniciaría el trámite para el permiso de operación y aclara que si en menos de seis meses no se iniciaba la construcción del aeródromo, la Aerocivil podría otorgar permiso a otro interesado en un proyecto similar en Nemocón.

Fue sólo en diciembre que los constructores solicitaron a la Alcaldía del municipio la licencia para movimiento de tierra, el mismo mes en que la Aeronáutica abrió el concurso de méritos para elegir el contratista que realizaría la consultoría para el análisis técnico de la ubicación y construcción del aeropuerto complementario. El 29 de diciembre, cuando la Alcaldía de Nemocón entregó el permiso a Sanint Gutiérrez para mover 14 mil metros cúbicos de tierra y construir el aeródromo, la Aeronáutica firmó el acta de adjudicación del contrato.

El contrato lo ganó el Consorcio Consultores Aeroportuarios, dirigido por Enrique Dávila Lozano. Entre los puntos que deben evaluar están el terreno, el entorno, la capacidad operacional, el clima, los factores ambientales y la conectividad, en la que se espera que esté máximo a 40 minutos de la periferia de Bogotá. Además, debe integrar al estudio un macroproyecto alrededor del aeropuerto y hacer las gestiones para que se integre la terminal en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del municipio elegido.

Las Acacias ya tiene adelantado su estudio particular del terreno y las condiciones para volar. En cuanto a su ubicación, está en el rango de conectividad. Es decir, pese a que el contrato para analizar la posible ubicación del aeropuerto alterno apenas está en exploración, en Nemocón ya tienen trazada la pista, que pone a esta región en ventaja sobre otras posibles zonas en estudio.

Enterados

Pese a que el proyecto de Las Acacias está en marcha hace casi un año, unos pocos pobladores de la región conocieron la noticia hace un par de semanas, en una reunión que tuvieron los habitantes de un condominio de Cogua (Cundinamarca), a la que llegó un vecino y les dijo que “era un hecho la construcción del aeropuerto en la zona”. Mostró fotos y afirmó: “La pista será más larga, porque hay abogados comprando tierras y ofreciendo a propietarios vincularse al proyecto”.

Pese a que en los documentos del proyecto aparece Bernardo Sanint como cabeza del nuevo aeródromo, de acuerdo con los vecinos que ahondaron en el tema, quien lidera las negociaciones es el reconocido abogado Francisco José Vergara Carulla, amigo personal del empresario y político Pedro Juan Moreno, exsecretario de Gobierno de Antioquia en la era de Álvaro Uribe Vélez quien murió en un extraño accidente aéreo. De hecho, Vergara Carulla fue miembro del consejo editorial de la revista La Otra Verdad.

Los vecinos de la zona relatan que Vergara Carulla se puso en contacto con Guillermo González Holguín, propietario de un predio vecino al sitio donde se construye la pista. Según un testigo del acercamiento, le habló del aeropuerto y de un proyecto urbanístico del que hacían parte tres socios y que hasta el momento habían comprado casi 100 hectáreas. No se tiene claro si llegaron a algún acuerdo.

Según uno de los habitantes que conoce el tema, la zona donde podría construirse la pista tiene dos entradas, una antes y otra después del peaje de la vereda Casablanca. “La entrada que hay antes del peaje es por una finca pequeña que vendieron recientemente. Los vecinos nos dimos cuenta en diciembre, cuando ya la pista estaba casi hecha”, afirma.

De acuerdo con el alcalde de Nemocón, Luis Felipe Castro, se sabe muy poco del caso, porque el permiso se tramitó con la anterior administración. “Escuchamos que podría ser de carga o de pasajeros. Incluso el año pasado escuché al director de la Aerocivil que en Nemocón se adelantaba el proyecto. Sin embargo, los dueños no han aparecido por acá”.

“Es un juguete”

Al preguntarle a Francisco Vergara Carulla sobre las negociaciones que adelanta en Nemocón, expresó que allí están trabajando una pista para planeadores, “algo más deportivo”, dijo a El Espectador. “Esto es deportivo. Detrás de esto estamos un grupo de pilotos que volamos planeadores e íbamos a Guaymaral, pero allí todo se volvió un problema, no se puede hacer aeromodelismo y nos están cobrando mucho”.

Precisó que era un proyecto inmobiliario, con todas las licencias. Sin embargo, dijo que no estaba autorizado para dar el nombre de la compañía que estaba detrás del proyecto. “Ese dato tiene reserva y sólo le puedo contar el espíritu del proyecto”. Sobre las características de la pista dijo que ya se hicieron obras de drenaje, se le hizo una capa de asfalto de 10 centímetros y encima se le pondrá grama. “Es falso que sea una pista de 1.500 metros, porque la calle de rodaje será de mil metros. Esto es un juguete para nosotros, un juguete grande”, agregó.

Al cuestionarlo sobre si tendría algo que ver con el proyecto del aeropuerto alterno, negó cualquier relación. “Esa no es la pretensión. No teníamos idea de que esa zona la fueran a evaluar para el aeropuerto alterno. Por el contrario, en una reunión con el gobernador de Cundinamarca escuché que la zona más apta era Gachancipá”.

Sobre la posibilidad de que allí pueda proyectarse el aeropuerto alterno, dijo que sería un problema para los dueños del proyecto. “Esto no lo estamos haciendo por negocio, es algo sin ánimo de lucro, un proyecto deportivo. Queremos hacer un aeroclub, donde podamos hacer deporte aeronáutico. Si eso llega a ocurrir, tocará analizar en ese momento”.

El estudio del terreno para el proyecto Las Acacias lo hizo la firma JVS IAN en noviembre del año pasado y estuvo a cargo del ingeniero Luis Roberto Rosas Marín. Según el profesional, el área que analizó podría ser apta para un aeropuerto más grande, aunque indicó que sólo responde por la zona que analizó.

Al revisar los miembros del Consorcio Consultores Aeroportuarios se encontró que Enrique Dávila Lozano y la empresa extranjera T.Y. Lin International tienen registradas empresas en Panamá. De igual forma, Juan Bernardo Sanint tiene inscrita a Foto Japón en el vecino país y José Francisco Vergara Carulla participa en nueve empresas registradas en este país. Sin embargo, cabe aclarar que al hacer el cruce de nombres de estas empresas no hay personas en común.

El Espectador intentó comunicarse con Enrique Dávila, del Consorcio Consultores Aeroportuarios, y con Santiago Gómez Castro, director de la Aerocivil, pero no se estableció contacto. Por ahora, sea para un juguete de unos empresarios o para uso comercial o de carga, se está construyendo una pista en Nemocón, en plena sabana de Bogotá.

Consultoría para el aeropuerto, en tres fases

El contrato de consultoría para el aeropuerto alterno, que firmó el actual director de la Aerocivil, Santiago Castro Gómez, durará un año y se adelantará en tres fases. En la primera se deben estudiar cinco alternativas para ubicar la nueva terminal aérea. El estudio debe incluir el terreno, entorno, capacidad operacional, clima, factores ambientales y conectividad. Una condición específica es que el viaje desde el sitio a la periferia de Bogotá no pueda durar más de una hora.

Para la segunda fase se descartarán dos opciones para hacer un trabajo más detallado con las preseleccionadas, para sustentarlas técnica y financieramente. Es en esta fase donde se deben hacer trabajos de campo en el terreno.

El proyecto busca optimizar los espacios de Eldorado, sacando la aviación general y de Estado, que ocupa el 29% del área total, para liberar espacios a los vuelos comerciales.

Fechas que coinciden

Son muchas las coincidencias entre los procesos del proyecto del aeródromo Las Acacias, en Nemocón, con la selección del contratista para hacer los estudios relacionados con el lugar para construir el aeropuerto alterno a Eldorado. Pero una de las que más llama la atención es la de las fechas cuando se entregó el permiso de movimiento de tierras y el acta de adjudicación. El contrato finalmente se firmó el 11 de enero por casi $2.500 millones. La firma consultora debe tener para el 11 de enero del próximo año el sitio elegido para que el Gobierno empiece las negociaciones de predios y la selección del contratista para adelantar la obra. De acuerdo con una declaración del presidente Juan Manuel Santos, la obra debe estar definida antes de 2014.

Por Alexánder Marín Correa

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