Amazon pone el ojo en el negocio de las medicinas

El líder mundial de las ventas “online” en el mundo inicia gestiones para vender medicamentos por internet. En el país el asunto empieza a llamar la atención de la industria farmacéutica, porque se afectaría el mercado.

Norbey quevedo hernández
27 de mayo de 2017 - 01:22 a. m.
Amazon pone el ojo en el negocio de las medicinas

La semana pasada se conoció que Amazon, el gigante de las ventas online en el mundo, se prepara para incursionar en un nuevo mercado: la industria farmacéutica. Para tal fin, según reportó CNBC (Consumer News and Business Channel), el canal de televisión sobre noticias de economía en Estados Unidos, en los últimos años la compañía habría dedicado reuniones para tantear su posible futuro en el mundo farmacéutico online. Incluso se indicó que Amazon habría contratado a un director gerente para el negocio de distribución y venta de medicamentos. Hoy en Colombia empieza la expectativa por saber si la aparición de este nuevo actor de la salud permitirá la reducción en los precios de los medicamentos, calidad y entrega oportuna.

El anuncio pasó inadvertido entre muchos consumidores y sorprendentemente entre las autoridades en salud y de comercio exterior del país que, recién ahora, empiezan a ojear el impacto que podría tener la noticia en el mercado. No obstante, los que sí quedaron estupefactos con el anuncio fueron laboratorios farmacéuticos, distribuidores, droguerías y algunas compañías que a través de la red venden medicamentos. Entre ellas: Farmalisto, Pidefarma, Tiendanaturistaonline, Mercadolibre, Pharmaplus, Farmalinecolombia y Farmalink, que distribuye medicamentos en la mayoría de países de América Latina.

Las cifras de Amazon contrastan con las del mercado colombiano, que aunque no son tan cuantiosas, sí son muy significativas si se comparan con otras industrias del país. Jeff Bezos, fundador y director de la compañía, informó que la empresa vendió el año pasado US$136.000 millones en Estados Unidos, que posee más de 80 millones de suscriptores de su servicio prime y que tiene previsto en 2020 manejar el 50 % del comercio electrónico en ese país.

Su experiencia en el sector salud crece. En Estados Unidos, por ejemplo, Amazon ya empezó a vender suministros y equipos. Según reportó la prensa de ese país, ha publicado ofertas de empleo para su Programa Profesional de Atención Médica. En Japón, la compañía ya está distribuyendo medicamentos con fórmula mediante acuerdos que ha celebrado con las farmacias locales.

Y es que la ampliación de nuevos mercados por parte de Amazon tiene sobradas razones económicas. La industria de la salud representa el 18 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos y, según proyecciones económicas locales, podría llegar al 25 % en diez años.

En cuanto a los números de la industria farmacéutica en Colombia, éstos son representativos en el contexto económico del país. Según cifras del Sistema de Información de Precios de Medicamentos (Sismed), adscrito al Ministerio de Salud, el valor del mercado farmacéutico colombiano el año pasado fue de $12,8 billones. En cuanto a las familias, el 31 % de los ingresos de los hogares se destinan a la compra de productos farmacéuticos, según la Encuesta de Calidad de Vida del DANE para 2011. Justamente, entre otros, este porcentaje se vería amenazado con la entrada de Amazon.

Con cifras astronómicas de parte y parte, entonces se avecina un debate entre lo que puede ofrecer la principal compañía de venta de productos online frente a lo que históricamente ha suministrado una industria establecida que hace inversión y genera empleo, pero que es cuestionada por los usuarios, algunos médicos, EPS, IPS y por el propio ministro de Salud, Alejandro Gaviria. El funcionario ha denunciado altos precios en algunos medicamentos y mecanismos non sanctos de mercado. Laboratorios como Novartis, a quien prácticamente Gaviria obligó a reducir el precio de 17 drogas, por citar un ejemplo.

También está la sanción que a finales de 2015 impuso la Superintendencia de Industria y Comercio a los laboratorios Procaps S. A., Novartis de Colombia S. A., Sanofi-Aventis de Colombia S. A., Quideca S. A., Lafrancol S. A. S. y Memphis Products S. A. por vender medicamentos con aumentos hasta del 770 %.

Para los expertos, lo que se viene es un debate como el que hace más de un año se ha dado alrededor de la plataforma Uber y los taxistas. “Es similar a lo que sucedió en ese caso, pero ahora es con los medicamentos, llega una plataforma eficiente como Amazon a invadir los terrenos de una industria y con su tecnología pone en aprietos al mercado ya establecido de las medicinas”, señaló un experto en tecnología y salud a El Espectador.

Al respecto, Javier Guzmán, director del Invima, precisó que: “Anunciar la comercialización de un medicamento recetado mediante fórmula médica en internet es ilegal. Sobre medicamentos de venta libre no hay claridad total desde el punto de vista legal. Pero el expendio de medicamentos es competencia de las secretarias de Salud”.

Lo cierto es que en Colombia la compra de productos a través de Amazon crece y tiene devotos por precio, calidad y cumplimiento en la entrega. Por su parte, los empresarios agremiados en Fenalco Bogotá han señalado que aunque Amazon hizo el anuncio, ya hay otras páginas que están vendiendo medicamentos por internet. “El Gobierno Nacional debe generar un plan conjunto con los ministerios de Comercio Exterior y de las TIC para establecer una regulación que, en el caso de los productos de salud, permita a los comercializadores garantizar la calidad y seguridad higiénico-sanitaria requerida, buscando la igualdad entre los mercados de venta físicos y las plataformas virtuales”.

Entonces, como el asunto empieza a girar en torno a la regulación, El Espectador revisó la normatividad. En 1995 el gobierno de la época expidió el Decreto 677. Mediante este reglamentó lo referente a los medicamentos, sin embargo, no tocó lo referente a ventas por internet como quiera que para la época el comercio electrónico apenas empezaba a conocerse en Colombia.

Quizá lo único que existe en la materia y que toca tangencialmente el tema está en stand by en el Congreso. Se trata del proyecto de Ley 9090 de 2014, que define aspectos de la venta de antibióticos a través de internet. A estas iniciativas se suman los pronunciamientos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, a la cual pertenece Colombia, pero que tiene como propósito esencial prevenir la venta ilegal de sustancias sometidas a fiscalización, al igual que la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas. En suma, “no hay reglamentación y por eso urge una normatividad”, señaló a El Espectador un abogado que trabaja en una reconocida compañía de venta de medicamentos.

Ahora, frente al tema tecnológico y de comercio electrónico, la ventaja de Amazon es evidente. En contraste, la aplicación oficial Mipres, que empezó a funcionar el pasado 1° de diciembre con el propósito de prescribir servicios no POS ha tenido serias dificultades.

El Espectador consultó a un abogado especializado en el sector farmacéutico con el fin de conocer las ventajas y desventajas de reglamentar la venta de medicamentos a través de internet: “Permite reconocer la venta ilegal de medicamentos falsificados, pone al alcance productos y servicios con calidad que a veces son de difícil acceso, permite la trazabilidad de la procedencia del medicamento y facilitaría el control de las autoridades”. En cuanto a desventajas, señaló que una inadecuada reglamentación podría hacer difícil su montaje y ejercicio, es decir, “que la cura salga peor que la enfermedad”.

Es el abrebocas en la disputa que tendrán el gigante Amazon y el mercado criollo. Una puja que los usuarios esperan con ansiedad en un negocio del que siguen esperando que los precios de los medicamentos cuesten en sus justas proporciones.

Por Norbey quevedo hernández

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