Angie Sanclemente, el espinoso camino de una mujer bonita

La historia de una modelo y ex reina que esta semana fue capturada en Argentina por vínculos, no muy claros, con narcotraficantes.

Norbey Quevedo H.
29 de mayo de 2010 - 02:22 a. m.

Como pocas veces el caso de una modelo colombiana, procesada por presuntos vínculos con una red internacional del narcotráfico, ha causado tanto impacto en el exterior. Basta con cliclear el nombre de Angie Sanclemente en la red para encontrar que su nombre aparece citado en más de medio millón de registros en diversas páginas web de al menos 25 países. Una cifra relevante si se tiene en cuenta que al hacer el mismo ejercicio con el nombre de Pablo Escobar los registros ascienden a los 1,4 millones.

Narcomodelo, reina de la coca, colombiana narco hot, miss narco o reina de la mafia son algunas de las palabras que se utilizan en la red para contarle al mundo lo que está pasando con esta mujer bogotana de 31 años de edad que, según las autoridades de Argentina, se dejó abrazar por los tentáculos de la mafia.

Sanclemente fue capturada a mediados de esta semana en Buenos Aires, luego de permanecer fugitiva en esa ciudad desde diciembre pasado, adonde llegó procedente de México a pasar vacaciones de fin de año con su novio. Hoy espera recluida en la cárcel de Ezeiza a que en pocos días se defina su situación jurídica. Coincidencialmente, en el canal 9 de la televisión argentina se estrenó el lunes en horario prime la serie colombiana Las muñecas de la mafia, que relata las desgracias de cinco mujeres que se involucran con la mafia.

La ex reina de belleza y modelo entró en desgracia en diciembre pasado por la captura de otra modelo de 21 años en el aeropuerto de Ezeiza cuando intentaba transportar 55 kilos de cocaína a Cancún (México) en un vuelo de la aerolínea Mexicana de Aviación. Por llevar la droga, la mula,  recibiría US$5.000.

Doce horas después, con base en la delación de la joven modelo,  las autoridades argentinas capturaron a otros tres enlaces de la red. Nicolás Gualco, novio de Angie Sanclemente, otro ciudadano argentino de 23 años y un venezolano, considerado como otro nexo extranjero de la organización. Por la misma causa se procesan otras cuatro personas, que están en libertad.

Sin embargo, para Angie Sanclemente vendría lo peor, porque al parecer por una delación e investigaciones de las autoridades fue señalada de dirigir una organización de narcotraficantes que reclutaba modelos para exportar droga vía Argentina y México a Europa. Por eso, a finales de marzo, la Interpol emitió una orden de captura internacional contra la esbelta mujer.

Maximiliano Lencina, coordinador del Área de Policía de Seguridad Aeroportuaria, aseguró a los medios locales que: “La detenida es parte de una organización criminal de contrabando de estupefacientes; venimos investigando el caso desde diciembre de 2009”.

¿Pero de dónde salió la despampanante mujer? De un hogar típico de clase media conformado por Ramiro Sanclemente, un servidor público, y su esposa Janeth Valencia, una vendedora de calzado. Allí nació Angie, el 25 de mayo de 1979, con una infancia feliz que se truncó porque cuando cumplió diez años su padre las abandonó y ante la difícil situación económica se trasladaron a Barranquilla.

Ahí hizo sus estudios de bachillerato en el Colegio Antonia Santos y algunos de sus compañeros de la época la recuerdan. “Fue una joven hermosa, tierna y de un don especial”, le escribió uno de ellos. “Te conocí desde niña y esto me parece mentira, no lo creo”, comentó otro. Una amiga le envió este mensaje: “Tenías todo para salir adelante porque eres inteligente y bella, pero desconozco a la amiga linda con sueños, sólo tengo de ti los mejores recuerdos cuando no tenías esa ambición desmedida”.

Su sueño era ser famosa y su referente Natalia París. Pero con una belleza imponente y fuerte carácter que sólo se ablandaba por su afecto a los animales y gusto por el dinero, culminó sus estudios secundarios y de inmediato se inició en el mundo de las ventas de autopartes, siguiendo el rastro de su mamá Janeth Valencia, una mujer muy trabajadora.

Cuando apenas cumplía 18 años conoció al comerciante Alejandro Velásquez Rasch. Éste la ayudó adquiriendo un negocio de venta de ropa y pagó sus estudios de comunicación social para convertirla en presentadora. Un romance de tres años que en 1999 culminó con matrimonio y la posterior separación a los tres meses.

Según la revista Cromos, este hecho la afectó y se dedicó al modelaje. Luego de hacerse varias cirugías plásticas, de participar y ganar en junio de 2000 en el Reinado del Café, renunció a los dos días y buscó nuevos rumbos en México.


En el DF también se abrió camino. Hizo de todo; ya era 2001 y allí durante los años siguientes empezó a vivir en el selecto barrio Polanco, se codeó con el jet set local, trabajó en varios programas de Televisa, hizo modelaje, incursionó en el cine y en 2007 fue portada de una revista erótica.

Con una relativa fama y una escultural figura entró en una especie de hueco negro en su vida que sólo ella puede aclarar. Se dice que varios hombres pasaron por su vida. Un modelo llamado Matías y según las autoridades un narcotraficante colombiano apodado El Monstruo, con quien vivió un apasionado romance, asunto que ella desmiente con vehemencia.

Así vivió sus años más recientes, entre el lujo y una vida envidiable para la rumba. Sus destinos preferidos: el DF, Acapulco y la paradisiaca playa del Carmen. Justamente en esos ires y venires conoció a su actual novio, el modelo Nicolás Gualco, quien según ella le confesó que tenía un familiar que andaba en malos pasos.

En diciembre la pareja decidió visitar a los padres de Gualco en Buenos Aires y allí arrancó su infierno. Se registró la incautación de droga a la joven. Ella decidió esconderse en una especie de pensión. Desde la clandestinidad justificó su situación por miedo a la cárcel. La Interpol la incluyó en la lista roja de búsqueda. Así duró cinco meses. El miércoles fue capturada. Su novela continúa, las pruebas, por ahora, no parecen muy contundentes y su caso es seguido por millones de personas en el mundo. La justicia dirá.

El rastro de la modelo en cuatro países

El Espectador consultó a la Fiscalía, el DAS, la Policía y los organismos antinarcóticos y de inteligencia, y constató que en Colombia Angie Sanclemente no tiene antecedente alguno por narcotráfico u otro delito y no ha sido procesada judicialmente. En cuanto a los registros de inmigración consultados por este diario en las bases de datos de inmigración, desde el 20 de junio de 2001 a la fecha la modelo tiene 16 movimientos migratorios.

En la referida fecha ingresó al país procedente de España. Posteriormente, en 2004, registra dos salidas por Caracas y México. El 4 de agosto de 2004 aparece con un ingreso al país procedente de México. En agosto y octubre de 2006 viajó a México. En 2007 y 2008 retornó a Bogotá. El 20 de diciembre de 2008 llegó de México. Tres días después salió a Buenos Aires. El 6 de enero de 2009 llegó a Colombia y cuatro días después, el 10 de enero de ese mismo año, salió de Bogotá nuevamente con destino a Argentina.

La defensa y sus argumentos

En entrevista a la revista Elenco la modelo acusó a familiares de su novio Nicolás Gualdo: “Dejé la cartera sólo cinco minutos mientras entraba al baño, ellos se devolvieron para Mar del Plata. Después necesité el pasaporte y me di cuenta de que mis papeles ya no estaban, me los habían robado. Obviamente fueron ellos, ¿con qué motivo? En ese momento no sospeché nada”. Dijo también que su novio declaró que un familiar es narcotraficante que ha trabajado en Europa. Además, afirmó que los medios la ridiculizan y que visitar a los padres de su novio fue la maldición de su vida.

Lamentó su situación económica, al tiempo que su abogado Guillermo Tiscornia indicó que la defensa de la ex reina se basa en que no existe ninguna prueba que la involucre en forma directa en el caso. Señaló que Angie está arbitrariamente acusada de tentativa de exportación clandestina.

Por Norbey Quevedo H.

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