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La punta de la ‘pirámide’ estrato 6

Supersociedades intervino compañía de una presentadora de televisión, porque captó $12.604 millones. Desde hace más de un año la firma empezó a incumplir. Correos evidencian el manejo de la operación. Hasta familiares de los socios perdieron recursos. Víctimas dicen que si hablaban con la prensa no les pagarían el dinero.

Norbey Quevedo H.
22 de enero de 2009 - 11:00 p. m.

Unos meses antes de que fuera intervenida la compañía CI Tango Trading Ltda., por captación ilegal de recursos cercana a los $12 mil millones, los dueños de la compañía Hugo Javier Coy Troncoso y Adriana Arango Muñoz tuvieron fuertes disputas con Andrés Eduardo León Plazas y Dary Lucila Rodríguez Ramírez, quienes fueron los primeros clientes que decidieron salir del anonimato y poner el caso en conocimiento de las autoridades.

Una serie de correos, documentos, grabaciones, informes y registros conocidos por El Espectador, evidencian que desde hace más de un año empezaron los incumplimientos de la compañía para pagar el capital y los intereses a sus clientes.

En una grabación, Adriana Arango, presentadora y subgerenta de la empresa, reconoció que contactó a cerca de 300 personas de alto estrato socioeconómico para captar los recursos ofreciendo intereses que pasaron del 5 al 3%.

Una propuesta a la que accedieron no sólo vecinos de la presentadora, amigos, pilotos de la aerolínea Avianca, sino sus familiares. Un listado da cuenta de ellos. Por ejemplo, Humberto León Ruiz, ex suegro de la presentadora aparece en la contabilidad con cuatro registros de inversión que suman $123 millones. De igual manera, su ex suegra Esperanza Plazas de León registra $88 millones. Atraído por la inversión también giró el ex esposo de Arango, Carlos Augusto Ramírez Plazas, que le prestó a la compañía $504 millones. La misma suerte corrió su esposa María Cecilia Arboleda Simmonds con $42 millones.

Los incumplimientos, según los afectados, empezaron a registrarse desde noviembre de 2007. Por esa época, dicen ellos que CI Trago Trading estaba ilíquida porque había invertido en un cultivo “fantasma” de flores en Estados Unidos. Por eso creyeron que en San Valentín, que se celebró en febrero de 2008 en ese país, les pagarían, pero no sucedió. Un asunto que se repitió en marzo, abril y mayo.

El dinero no llegó y en septiembre Coy y Arango expresaron a sus clientes que a su empresa la iba a comprar una carbonera de Antioquia, un asunto que nunca se concretó. A partir de allí todo se complicó.

Por eso empezó un cruce de correos con fuertes palabras (ver facsímiles). El 30 de septiembre de 2008, Hugo Javier Coy, gerente de la empresa, le dice al deudor que están comentando que los pilotos de Avianca los van a denunciar penalmente. Coy manifiesta su preocupación porque el asunto se vuelva público, por la presión que existe para que se sometan a la ley de recuperación empresarial y por una llamada que recibieron de la W Radio. “Si nos vamos a joder nos jodemos todos, y por culpa de una partida de brutos”, señala Coy en el mail.

Posteriormente, en otro correo enviado en noviembre 12, Coy le dice a León que todos los días les envían insultos y señala que: “Ya me vale huevo si me van a demandar o no” y expresa que se van a tomar el tiempo necesario para pagar a sus clientes.

En otro correo, con fecha del 23 de noviembre de 2008, Hugo Javier Coy le dice a Humberto León que: “Como me dicen todos los días que me van a mandar a la cárcel, ya la verdad no me asusta porque este infierno es lo mismo o más que estar en la cárcel”.

Hace dos días la empresa CI Tango Trading expidió un nuevo comunicado manifestando su intención de pagar. Pero el jueves el superintendente de Sociedades, Hernando Ruiz, como lo ha hecho con 130 pirámides, tomó la decisión de intervenir la empresa por captación ilegal de recursos.

La presentadora Adriana Arango no quiere hablar al igual que su esposo. Ayer buscaban a un abogado para responder por 18 denuncias penales, 13 embargos, los reclamos de clientes y a la Supersociedades.

Parte del dinero podría estar en el exterior

Dary Lucila Rodríguez Ramírez fue una de las primeras clientes de CI Tango Trade que denunció los incumplimientos. De hecho, tiene embolatados más de $40 millones. “Contra nosotros ejercieron costreñimiento diciéndonos que si demandabamos civil o penalmente no nos pagarían nuestro dinero o lo harían de último, cuando la empresa CI Tango ya no existiera”.

La afectada señaló que: “Lo mismo cuando nos decían que el dinero estaba en el exterior a nombre de un tercero que no era de su familia y cuando lo entraran al país sólo pagarían a los que no demandaran, porque nos pagarían sin que los juzgados ni la autoridad judicial se enterara. Esta es la razón principal por la que las personas acreedoras no han querido salir a la luz pública.

Por Norbey Quevedo H.

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