El lío legal por un expreso en Starbucks

La curiosa historia de un cliente de la reconocida cadena, que un día se fue a tomar un expreso doble, le cayó una pesada mesa sobre la rodilla izquierda y tiene problemas de salud. Lleva casi un año buscando un acuerdo, sin éxito. La compañía dice que le hizo un ofrecimiento económico razonable.

Norbey quevedo hernández
10 de junio de 2017 - 09:20 p. m.
Fachada de la sucursal de Starbucks en el World Trade Center, en donde se presentó el incidente. /
Fachada de la sucursal de Starbucks en el World Trade Center, en donde se presentó el incidente. /
Foto: Cristian Garavito/ El espectador

Un insólito accidente en las instalaciones de uno de los locales de la prestigiosa cadena de café Starbucks, ubicado en un centro de negocios en el norte de Bogotá, se está convirtiendo en un amargo sorbo reputacional para la cadena en Colombia. Un conflicto en el que un empresario del sector de la informática va a cumplir un año dando una batalla jurídica con el propósito de que la compañía lo indemnice, al considerar que su salud se vio afectada por el incidente. En respuesta, la compañía dice que ha pagado los gastos médicos y ha ofrecido a través de los abogados de su empresa aseguradora una reparación al afectado. No obstante, las partes no han llegado a un acuerdo.

Era el domingo 17 de julio de 2016 en las horas de la tarde, cuando el ingeniero de sistemas de 66 años Eduardo Cuervo Rojas acudió al Starbucks ubicado en el World Trade Center. Como lo hace con frecuencia en los fines de semana de asueto, en compañía de su esposa compró un expreso doble y procedió a sentarse en una de las mesas del café, caracterizado en todas sus sedes por el buen servicio, la amplitud, la comodidad de su mobiliario y el cálido entorno para trabajar o conversar.

Sin embargo, según relató Cuervo, cuando estaba sentado puso el café sobre la mesa y sorpresivamente el mueble le cayó sobre la rodilla izquierda. Se trata de una estructura redonda en un material similar al mármol, de unos 60 centímetros de diámetro y cuyo peso se estima en 20 libras. De inmediato, su acompañante solicitó ayuda, pero no fue auxiliada por los empleados. Entonces Cuervo conminó de nuevo a dos jóvenes empleados de Starbucks, les mostró sus prendas impregnadas de café y les indicó que sentía dolor en la rodilla.

Entre incrédulos y sorprendidos, los dos empleados le presentaron excusas, le reconocieron que la mesa no tenía los tornillos de fijación y pese a que se había pedido el servicio no había sido posible arreglarla. No obstante, le suministraron al comensal un paño húmedo para limpiar los restos de café en la ropa. Ya en otra mesa, le entregaron otro expreso gratuito.

Molesto ante la situación, el empresario Cuervo buscó en internet un número telefónico o un correo de servicio al cliente de la compañía para quejarse, sin éxito. Allí empezó su odisea para ser escuchado, al tiempo que recrudecieron las molestias en su rodilla. Por eso, regresó de nuevo al reconocido café. Allí le reiteró su dolencia física a la administradora del lugar, quien según Cuervo, le sugirió aplicarse una pomada y le indicó que no conocía el número telefónico de Starbucks en el país, que está representado por la sociedad Estrella Andina SAS.

El 24 de julio acudió a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), reclamó, pero su queja inicialmente fue devuelta sin respuesta. Luego la entidad expidió un auto en donde rechazó la demanda por fallas de procedimiento. Cuervo no se dio por vencido y volvió al Starbucks del incidente. Allí le suministraron el nombre de unos abogados de la multinacional y por fin, luego de tres meses de insistencia, en septiembre pudo concertar una primera reunión para evidenciar su caso. Lo atendieron el directivo Jaime Press y la abogada Diana Pico.

Le ofrecieron cubrir los gastos de la consulta médica y de una resonancia magnética, pero según el denunciante, no fue posible inicialmente por cambios en el sistema y porque la tarjeta de crédito corporativa no fue aceptada en la Fundación Santafé. Entre tanto, argumentó que su dolencia en la rodilla creció, según lo certificó el ortopedista Camilo Vélez Escallón. Ante los hechos, Sandra Esteban, asignada por la compañía para el caso, buscó una conciliación y le ofreció $3 millones para cubrir los gastos sin seguir afectando la póliza de salud de Cuervo. Un dinero que finalmente le fue girado en cheque.

Cuervo no se conformó y continuó su batalla. El 12 de octubre pasado amplió su reclamación. Argumentó que los dolores y la dificultad para caminar actualmente son mayores. Un asunto que reforzó a mediados de marzo, cuando acudió de nuevo a la SIC e interpuso una nueva demanda de reconocimiento y pago de los perjuicios. Fundamentó que hubo información y publicidad engañosa, en la medida en que se promocionan los Starbucks como un refugio para disfrutar con los amigos pero su accidente muestra lo contrario. Ya son por lo menos un centenar de gestiones que Cuervo ha hecho para hacer valer sus derechos.

Ahora su pretensión de indemnización es de $500 millones. Al respecto, sin dar detalles porque tiene un acuerdo de confidencialidad, Luis Enrique Giraldo, el abogado de la aseguradora encargada de manejar el tema para Starbucks, señaló a El Espectador que a Eduardo Cuervo se le hizo un ofrecimiento económico razonable que no aceptó. Este diario conoció que es de $10 millones. El litigio sigue y la justicia determinará quién tiene la razón. Lo cierto es que si el mantenimiento de las mesas en Starbucks hubiese sido diligente y la atención a una queja justificada de un cliente se hubiera gestionado con eficiencia, quizás el expreso servido al ingeniero Cuervo ese domingo sería menos amargo.

La cadena más grande del mundo

Starbucks Corporation es la cadena de venta de café, principalmente, y de otros productos que fue fundada en 1971 en Washington (Estados Unidos). Según su página web, es la compañía de su género más grande del mundo y actualmente tiene más de 24.000 locales en 70 países de los cinco continentes. Es tal su éxito mundial, que sus acciones cotizan en la bolsa de Nasdaq desde hace varios años.

El primer local Starbucks fue abierto en Seattle por los profesores Jerry Baldwin y Zev Siegel, y el escritor Gordon Bowker. En agosto de 2013, la compañía anunció su ingreso a Colombia, inaugurando su primera tienda en julio de 2014, en el parque de la 93, al norte de Bogotá. De acuerdo con sus proyecciones económicas para el año 2018, tiene previsto llegar al menos a 50 tiendas en el país.

Por Norbey quevedo hernández

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