El “retiro discrecional” del excapitán Raúl Romero de la Armada

La institución lo sacó de sus filas por viajar a Panamá sin pedir permiso y mentir de forma “descarada” sobre los motivos de su viaje. La resolución de su salida es del 25 de julio, el mismo día en que un juez ordenó su captura.

Pilar Cuartas Rodríguez
01 de octubre de 2018 - 02:00 a. m.
El “retiro discrecional” del excapitán Raúl Romero de la Armada

No había forma de que Raúl Danilo Romero Pabón desvirtuara el prontuario de delitos que la Fiscalía documentó en su contra. Grabaciones, seguimientos y reconocimientos pusieron al descubierto el modus operandi del entonces capitán de Infantería de Marina que desde 2015 acechó a niñas pobres de Cartagena para abusar de ellas y obligarlas a tatuarse su nombre en el cuerpo. Tres años después, el pasado 28 de julio, Raúl Romero Pabón se vio acorralado por las autoridades y aceptó su responsabilidad penal, por lo que hoy está encarcelado, a la espera de que se le dicte condena. (Lea aquí: “Me marcó como a los animales”: testimonio por el que cayó el excapitán Raúl Romero)

El hombre de 34 años, nacido en Boyacá, vivía en la Escuela de Cadetes Almirante Padilla y hasta semanas antes de su captura dirigió las charlas de seguridad para los buques del evento SAIL Cartagena. En ese momento, y en completo secreto, Romero Pabón ya estaba siendo vigilado por investigadores de campo que advirtieron que era un miembro activo de la Armada en grado de capitán de Infantería de Marina y por esa razón ostentaba una posición privilegiada que le había permitido pasar desapercibido, aunque claramente era responsable de acciones ilegales con menores de edad.

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Los líos que finalmente sacaron de la Armada al excapitán Romero se iniciaron en diciembre de 2017, a raíz de un viaje personal que hizo a Panamá sin pedir permiso a sus superiores. Por estas circunstancias, en esa época se promovió una investigación disciplinaria en su contra. El oficial dio versiones contradictorias sobre los motivos de su viaje. “Fue un mar de mentiras”, calificó la Armada las explicaciones contradictorias de su subalterno. En la versión inicial, el excapitán señaló que su novia, una cartagenera de 22 años, lo había convidado a viajar a Panamá para visitar a unos familiares en época navideña. (Lea aquí: La empresa fachada que une a la "Madame", una exreina e israelíes)

Luego agregó que, una vez llegó al país, se percató de que no tenía dólares en su billetera y que sus tarjetas no estaban habilitadas para sacar dinero de un cajero, por lo que le pidió a un agente de Policía que le prestara datos de su celular para hacer el trámite por internet. En este punto, el relato de Romero Pabón se enredó aún más y resaltó que un oficial de ese país le pidió sus documentos personales y lo retuvo durante varios minutos porque no le creía que fuera un miembro de la Armada en Colombia.

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El excapitán Raúl Danilo Romero Pabón será condenado en unas semanas. / Archivo particular

“Yo le manifesté al comandante de la estación que era militar colombiano en servicio activo y había trabajado con autoridades panameñas y para mí ellos eran de respetar, pero que lo que él hizo conmigo fue un atropello porque de un momento a otro cambió la situación y me trató de forma inadecuada”, relató Romero Pabón a los investigadores de la Armada. Puntualizó que minutos más tarde lo dejaron retirar junto con su novia. “Quiero pedir excusas por este tipo de conducta, toda vez que sabía cuál era el procedimiento para salir del país y el conducto regular que debía agotar”, alegó en su defensa.

Un día después cambió su relato. Dijo que viajó solo a Panamá para reunirse con una mujer de origen costarricense que había conocido en una comisión de servicio, pues no tenía visa americana y por eso no podía visitarla en Costa Rica. El destino final era entonces Costa Rica y no Panamá, a donde llegó para cruzar ilegalmente la frontera. “Romero tuvo la osadía de rendir un escrito con innumerables falacias, tratando de confundir la realidad de las situaciones y tratando notablemente de victimizarse en unos hechos que su misma conducta había generado”, afirmó la Armada en su veredicto.

La institución consideró que había suficientes motivos para decidir que las conductas del capitán Romero vulneraron la integridad y la imagen institucional, y resolvió su retiro discrecional. Además reiteró que el oficial demostró desde sus inicios en la Escuela Naval de Oficiales Almirante Padilla que actuaba en contra de las normas. Cuando fue cadete le encontraron un celular pese a estar prohibido. Cuando estuvo en Guaviare se contactó allí con sujetos de organizaciones criminales que traficaban migrantes y tenía en su contra varias denuncias por extralimitación de funciones.

Ahora se suma el cargo penal. Mientras vestía el uniforme de militar, Raúl Romero abusó de niñas cartageneras durante casi tres años. El militar nunca creyó que sería descubierto y recorría con confianza las calles de la ciudad, hasta que hace dos meses una de sus víctimas de 12 años y su mamá lo denunciaron. El hombre de 35 años fue descrito por la Fiscalía como un pedófilo “seductor” mediante la manipulación y el ofrecimiento de promesas, como mejorar sus niveles de vida, pagarles educación, mejorar su alimentación y comprarles vivienda. Por eso elegía a sus víctimas en los barrios más deprimidos de Cartagena, donde conocía de necesidades básicas insatisfechas.

Romero Pabón fue descrito como una persona solitaria, inmadura, de baja autoestima, con dificultad para establecer relaciones con el sexo opuesto y mentirosa. Su principal objetivo siempre fue ganarse la confianza de sus víctimas, menores y vírgenes. “No le interesaba el lucro. Su personalidad era controladora, sistemática y obsesiva”, añadió la Fiscalía. A través de perfiles falsos en redes sociales, Romero contactaba a menores y luego las usaba para reclutar a más niñas. En este modus operandi participaban dos personas más: Jhon Padilla, quien tatuaba a las menores, y Hillary Madero, que supuestamente ayudó a reclutar jóvenes. Padilla y Madero decidieron ir a juicio para defender su inocencia.

Pilar Cuartas Rodríguez

Por Pilar Cuartas Rodríguez

Periodista y abogada. Coordina la primera sección de “género y diversidad” de El Espectador, que produce Las Igualadas y La Disidencia. También ha sido redactora de Investigación. @pilar4aspcuartas@elespectador.com

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