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Con sorpresa y dudas, el pasado 7 de enero me llegó una comunicación de la Dirección del Sena, a través de la cual su director, Alfonso Prada Gil, daba respuesta a un derecho de petición, informándome sobre la vinculación al organismo de un ciudadano que no conozco. La extrañeza obedeció a que nunca en mi trayectoria como periodista le he solicitado documento alguno a esa entidad. De entrada concluí que alguien había usado mi nombre para solicitar información oficial sobre un particular que, según el documento, ha prestado servicios profesionales al Sena.
Ante lo sucedido, busqué la forma de conocer el citado derecho de petición y al obtenerlo crecieron mis inquietudes. En efecto, el pasado 17 de diciembre, alguien radicó en la Dirección del Sena una petición a mi nombre, sin firma, número de cédula ni papel de este diario, pero acompañado de la frase “Unidad Investigativa diario El Espectador”. En esencia, el documento pedía información sobre un tal Henry Mendoza Sandoval, para que se aclarara su vinculación del Sena y si se trataba de una persona que había sido investigada por una licitación en la Aeronáutica Civil.
Leyendo en detalle el documento observé otra particularidad: además de pedir información a mi nombre, el derecho de petición planteaba que la respuesta debía ser conocida por “todos los participantes en la Licitación Pública DG011-2014”. De igual manera, se anexaron copias de algunas publicaciones en internet y de un auto de apertura de proceso de responsabilidad fiscal de julio de 2013, en el cual había sido vinculado el mencionado Mendoza Sandoval, de quien se pedían copias de los contratos realizados con el Sena.
En estas circunstancias, indagué inicialmente de qué se trataba esa licitación y por qué aquel que suplantó mi nombre y cargo quería que todos los participantes en este negocio se enteraran de las actuaciones de Mendoza Sandoval. La respuesta la encontré en la Resolución 12839 de 2014, a través de la cual la Dirección del Sena abrió una licitación por valor de $503.633’460.227, para la prestación, integración e interoperabilidad de servicios de información y tecnología de las comunicaciones para todas las sedes y lugares en los cuales el Sena presta sus servicios.
En seguida verifiqué que se trataba de una licitación en la que se presentaron las multinacionales Claro, Telefónica, Indra o Carvajal, entre otras. Como quiera que en compañía de la periodista Camila Zuluaga dirijimos el programa de televisión Puntos Cardinales, que emite el canal Día TV de Claro, salta a la vista que estoy inhabilitado profesionalmente para inmiscuirme en este tipo de asuntos. Lo mismo que con Telefónica, porque anualmente soy jurado de su concurso de periodismo Etecom.
Sin embargo, tras constatar la forma como se utilizaron mi nombre y cargo, creo necesario revelar los detalles de la petición y la respuesta del Sena. Lo que se buscó fue saber si Henry Mendoza Sandoval prestó algún tipo de asesoría o ayuda al Sena en la licitación y, de ser así, que se anexaran los contratos. En el derecho de petición se dijo que a Mendoza lo vieron en compañía de funcionarios del Sena, cerca de la mesa que presidía la audiencia de adjudicación. Se quiso saber si es la misma persona relacionada con irregularidades en una licitación en la Aeronáutica Civil.
El director del Sena contestó que, el 3 de octubre de 2014, Henry Mendoza Sandoval suscribió con la entidad “un contrato de prestación de servicios para apoyar el proceso de planificación, implementación, integración, operación, seguimiento y mejora de los servicios TIC de la oficina de sistemas”. El contrato se dio por terminado el 19 de diciembre de 2014. En el escrito se dijo que Mendoza no presentaba antecedentes disciplinarios, penales o fiscales, y que por tal razón no hubo inconvenientes para que prestara sus servicios.
Según información dada a conocer por Caracol Radio en febrero de 2014, Mendoza Sandoval fue mencionado en una denuncia por una licitación de US$7 millones en la Aerocivil. Al parecer, en su calidad de director de Telecomunicaciones y Ayudas a la Navegación Aérea de la Aerocivil, el citado Mendoza desarrolló un informe para concluir que el Consorcio Samtek, que participó en la licitación, cumplía con todos los requisitos para que le adjudicaran en negocio. Lo cierto es que en la evaluación final, el consorcio fue descalificado por algunos aspectos técnicos.
Más allá de este detalle, el pasado jueves 29 de enero trascendió que la Procuraduría decidió indagar las presuntas irregularidades en la licitación del Sena, que fue ganada por la Unión Temporal Sena Digital. La otra conclusión es que, en adelante, los organismos públicos deberían verificar la autenticidad de los derechos de petición formulados por los medios de comunicación, con el fin de que no haga carrera la suplantación de los nombres y cargos de los periodistas, como me ocurrió, viéndome indagando por un negocio de medio billón de pesos que ni siquiera conocía.
La controvertida audiencia de Navidad
La audiencia de adjudicación de la licitación se efectuó el pasado 23 de diciembre. Un evento contractual que se inició hacia las cuatro de la tarde y que finalizó en la madrugada del día de Navidad. En el auditorio del piso noveno de la Dirección General del Sena llegaron a la cita no menos de 150 personas, entre abogados, equipos técnicos de los proponentes y observadores. Al menos cinco directivos del Sena dirigieron la audiencia. Con cerca de 5.000 observaciones al proceso, presentación de las propuestas y réplicas de los oferentes se hicieron varios recesos porque el proceso subía de tono. El abogado Juan Pablo Estrada, representante del Consorcio Proa (Claro y Carvajal), de los polémicos negocios de recolección de basuras y el proyecto Cerro Verde, fue quien más confrontó y denunció el asunto en medios de comunicación. Luis Fernando Villegas, del Consorcio Sena Digital (Telefónica-Indra), presentó sus argumentos y ganó la licitación.
* nquevedo@elespectador.com / @norbeyquevedo