El contratista Emilio Tapia Aldana dio detalles sobre el papel que cumplió el abogado Álvaro Dávila Peña durante la entrega irregular de multimillonarios contratos viales en la capital de la República durante la administración de Samuel Moreno. Según el empresario, el exasesor jurídico del Grupo Nule era el encargado de manejar el cobro de comisiones a un grupo de contratistas para beneficiarlos en el proceso licitatorio adelantado por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
Tapia Aldana, condenado por su responsabilidad en el ‘carrusel’, aseguró que el jurista era a la persona a quien tocaba acudir para resultar beneficiado con la entrega de los contrato. Debido a su influencia y relación cercana con los directivos del IDU logró la manipulación del pliego de condiciones para que a las empresas que habían pagado su respectiva comisión les adjudicaran los convenios contractuales.
“Lo que hacía era que se presentaba una oferta, se suministraba la información privilegiada y a través de los funcionarios del IDU se manipulaban los pliegos de condiciones y así se lograba la adjudicación y se favorecía a los contratistas”, precisó Tapia Aldana quien declara como testigo de la Fiscalía en este proceso penal.
Igualmente indicó que tenía una relación de amistad con los hermanos Samuel e Iván Moeno Rojas –procesado y condenado a 14 años de prisión por el ‘carrusel’, respectivamente- con los cuales se reunió en repetidas oportunidades “para darles el visto bueno de todas las hojas de vida de las personas que les interesaban en la administración”.
Aseguró que conoció a Dávila Peña en el 2008 por medio de un familiar. Pocos años después empezó a tratarse con él debido a que tenía conocimiento sobre varios temas del Distrito en los cuales pel tenían interés. “Estuve presente en reuniones con Álvaro Dávila y sus clientes como los Nule que fueron beneficiados con dos contratos. Me consta que realizaba contratos en los que pactaba comisiones de éxito”.
“Los contratos de los que tengo conocimiento, eran de comisión, ahí se garantizaban los pagos. También las personas que hicimos parte de esa empresa criminal. Julio Gómez ponía sus empresas y se garantizaba el pago de esas comisiones”, precisó Tapia Aldana quien dio detalles sobre la forma en cómo se adelantaron las reuniones.