Ariel Rocha: 'Han dicho que la idea era asesinarme'

El expresidente del Tribunal Supremo de Justicia de Santa Cruz (Bolivia), es requerido por su país por supuestos nexos con una red de corrupción. Según él, no hay pruebas en su contra.

Redacción judicial
01 de marzo de 2013 - 10:00 p. m.
Ariel Rocha: 'Han dicho que la idea era asesinarme'

Ariel Rocha, expresidente del Tribunal Supremo de Justicia de Santa Cruz (Bolivia), dice ser un perseguido por la ministra de Justicia de su país, Cecilia Ayllón. Asegura que producto de esa persecución lo vincularon al caso Ostreicher —un escándalo de corrupción que le ha sacado callos a las autoridades de Bolivia—, y que por ello espera que Colombia, país en el que se encuentra desde diciembre, le conceda el asilo político.

El caso Ostreicher fue conocido a finales del año pasado, gracias a una visita que hizo el actor Sean Penn a Bolivia. Penn se reunió con el presidente Evo Morales para pedirle justicia para un compatriota suyo: el empresario estadounidense Jacob Ostreicher. En ese momento, el empresario llevaba detenido año y medio por un proceso por supuesto lavado de activos y había denunciado que una supuesta red de extorsión, compuesta por funcionarios del Gobierno y de la Rama Judicial bolivianos, le pedían US$25.000 para liberarlo y le habían incautado 25.000 toneladas de arroz de las que no se supo más.

Las declaraciones de Ostreicher llevaron a la apertura de una investigación a la que han vinculado a funcionarios de los ministerios de Gobierno, de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, de la Presidencia y de la Rama Judicial de Bolivia, como el magistrado Rocha. Contra él hay una orden de captura y una solicitud a Interpol para que emita una circular roja y sea detenido donde esté.

Rocha dice que la orden de arresto, emitida por la Comisión Nacional de Fiscales de Materia, es un “monumento a la ilegalidad”. Lo señalan de pertenecer a una organización criminal, de uso indebido de influencias, de concusión y de incumplimiento de deberes. Rocha dice que no hay evidencias. Agrega que en la orden se da a entender que huyó de la justicia. “Yo no he huido”, asegura, y muestra como prueba su pasaporte en el que las autoridades de inmigración de Bolivia le permitieron, sin ningún problema, viajar a Argentina el 16 de diciembre de 2012, y de allí a Colombia. En este país, en Cali, se sometió a chequeos médicos debido a complicaciones de una operación que se había realizado en la Clínica Imbanaco de esa ciudad, tres años atrás.

En ese centro de salud le dieron un mes de incapacidad, y mientras se recuperaba supo de la orden de captura. El juez Zenón Rodríguez le aseguró a la Fiscalía boliviana, el 14 de diciembre de 2012, que Rocha lo había presionado para dejar en la cárcel a Ostreicher. Rodríguez se refirió a una llamada que le hizo a Rocha para pedirle ayuda porque un funcionario del Ministerio de Gobierno, Fernando Rivera, lo estaba presionando para mantener al empresario detenido, y Rocha, en vez de ayudarlo, le pasó al teléfono al fiscal Isabelino Gómez, supuesto miembro de la red, quien, al igual que Rivera, le advirtió que si no dejaba preso a Ostreicher le abrirían un proceso en contra.

De la orden de arresto en su contra se desprende que a Rocha lo investigan por, supuestamente, no haber ayudado a Rodríguez y porque presuntamente sabía de la existencia de la red de extorsión, alrededor del caso Ostreicher. El pasado 30 de enero fue destituido porque, de acuerdo con sus compañeros del tribunal, no presentó pruebas de que estuviera convaleciente y, por ende, estaba incumpliendo con sus funciones al no regresar a Bolivia.

En un video divulgado a través de Youtube desde el pasado 1º de febrero, Rocha dice que ha “sufrido una persecución cobarde y sucia por parte de la ministra Cecilia Ayllón”. Agregó, en entrevista con El Espectador: “Esta es una señora mentirosa que se ha dedicado a envenenar a las autoridades en contra mía”. La razón, sostiene, es la envidia: según Rocha, fue él y no la alta funcionaria quien hizo posible la descongestión judicial en Santa Cruz, el epicentro industrial de Bolivia.

Como prueba presenta dos cartas en las que cerca de 300 juntas de acción comunal le expresaron su apoyo y una carta del Colegio de Abogados de Bolivia en la que le dan a conocer su respaldo. Asegura que la ministra lo amenazó y, aprovechándose de su cargo e influencias en la Rama Judicial, habría presionado a algunos fiscales para que emitieran la orden de captura en su contra.

En su criterio, con la orden de captura en su contra se quiso fabricar “un ‘chivo expiatorio’ para cerrar el caso Ostreicher, al que se encuentran vinculados funcionarios del Ministerio de Gobierno, del Ministerio de la Presidencia, fiscales, jueces (…). Hay quienes me han dicho que la idea era que me enviaran a una cárcel para que allí me mataran”.

La ministra Ayllón ha asegurado en varios medios de comunicación de Bolivia que lamenta mucho “que Rocha tenga que dar ese tipo de declaraciones (en vez de) presentarse a la justicia. No conozco mayor detalle, no conozco pruebas que yo tenga que debatir, no puedo sino lamentar esas declaraciones y negar que hubiera algún tipo de presión. Lamento mucho que no dé la cara”. Por otra parte, la diputada boliviana Jessica Echeverría dijo que “no es con videos caseros que este señor se va a defender. Es un prófugo de la justicia y uno de los serviles al Gobierno. Que no diga que es perseguido político, que venga y revele datos sobre la red”.

En Bolivia el caso Ostreicher sigue generando controversia. Esta semana el presidente Morales le aseguró a Venezolana de Televisión que la “Embajada de Estados Unidos cobardemente usa a su compatriota detenido para frenar este proceso (político en Bolivia). Pero no van a poder”. Al Departamento de Estado de Estados Unidos han llegado cartas de ciudadanos de ese país solicitándole al presidente Obama que se pronuncie al respecto. Miembros de los partidos Demócrata y Republicando también se lo han pedido. Pero nada ha pasado.

Rocha dice que regresará a Bolivia cuando haya garantías y pueda hablar con el presidente Morales. Se pregunta: “¿Cómo voy a retornar con semejante ilegalidad?”. Y agrega : “Estoy dispuesto a encarar a la ministra y a demostrarle al presidente que ella es una mentirosa”. Por ahora no ha recibido respuesta de Morales. Mientras tanto, las autoridades colombianas analizan la posibilidad de concederle el asilo político a Rocha.

Por Redacción judicial

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