Armero llora a Sarita

¡Justicia! gritaban los habitantes de Armero Guayabal durante el sepelio de Sara Ayolina Salazar Palacio, la niña de 3 años que murió luego de ser víctima de abusos sexuales y físicos, en hechos ocurridos en la vereda El Palmar, de Armero Guayabal, en el norte de Tolima.

Olga Lucía Garzón Roa.
25 de abril de 2017 - 00:43 a. m.
Sara Salazar falleció el pasado sábado sobre la 1:30 pm, cuando médicos del Hospital Federico Lleras Acosta le iban a realizar una cirugía neurológica. Fofo: Juan Carlos Escobar
Sara Salazar falleció el pasado sábado sobre la 1:30 pm, cuando médicos del Hospital Federico Lleras Acosta le iban a realizar una cirugía neurológica. Fofo: Juan Carlos Escobar

La Policía Metropolitana de Ibagué reportó el sábado que Sarita llegó al hospital Federico Lleras, de Ibagué, con trauma craneoencefálico severo, múltiples heridas con elemento cortopunzante y signos se haber sido violada. También se descubrió que tenía mutilado parte de uno de sus dedos y que estaba desnutrida y con problemas para respirar. (LEA: ¡Ni una más!)

Según el médico Juan David Pabón, quien le prestó atención a la pequeña en Armero cuando su cuidadora Ángela Guerra la llevó, el estado de la menor era crítico. Fue el primero en alertar a las autoridades que la explicación que entregó Guerra sobre lo que le pasó a Sarita era contradictoria y se trataba de un caso de negligencia.

En medio del sepelio, el sacerdote José Humberto Rodríguez le dijo a este diario, camino al cementerio, que conocía a Ruth Salazar, la mamá de la niña. Relató que varias veces habló con ella y que sus conversaciones siempre fueron acerca de los problemas económicos que rodeaban a la familia. Según el religioso, era tan crítica la situación, que su último hijo, un bebe recién nacido, lo había entregado en adopción. “Ella quiso abortar a su último bebé, pero le dije que mejor lo diera en adopción. Se lo entregó a una familia pudiente de Bogotá”, manifestó el sacerdote Rodríguez, quien agregó que ella no tenía ninguna responsabilidad con lo que le sucedió a Sarita, sino a las personas con quien la menor vivía. “Seguramente en esa casa había algún pedófilo o drogadicto que hizo semejante atrocidad”, dijo el cura.

El exesposo de Ruth Salazar, quien omitió su nombre, dijo entre lágrimas que tuvo cuatro hijos con esta mujer que actualmente viven con él, porque ella se fue y se los dejó. Por un momento, cuando la madre de Sarita se hizo presente, la comunidad enardecida le gritó “asesina”, por lo que la Policía debió retirarla del lugar.

Habitantes de la población señalaron que no era justo que estas cosas sigan pasando. “Nunca había ocurrido algo así, pedimos cadena perpetua para los que le hicieron esto a la niña”, indicó Mercedes Méndez. A su vez, Alina Carvajal señaló que la madrina de la menor, Ángela Guerra, la mismo que la llevó al centro de salud, era conocida en el pueblo como una buena persona. “No puedo creer que hayan sido capaces de esto”.

El alcalde de Armero, Carlos Escobar, manifestó que se creó un grupo de investigación por la Policía y la Fiscalía para esclarecer los hechos y hallar a los responsables. El comandante de la Policía Metropolitana, Jorge Hernández Morales, sostuvo que se están recolectando pruebas por parte de un grupo especial de investigación y se espera que se determinen las acciones judiciales lo más pronto posible.

Por Olga Lucía Garzón Roa.

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