La Corte Constitucional ordenó al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, proveer las condiciones necesarias para que reclusos de la prisión de máxima y media seguridad de La Dorada, Caldas, puedan ejercer libremente su derecho a celebrar los ritos religiosos propios de su comunidad, toda vez que, hasta ahora, no han podido hacerlo.
"Un estado social de derecho depende del pluralismo religioso y consagra el tratamiento igualitario de todas las confesiones religiosas, puesto que la invocación a Dios no pertenece a una iglesia en particular", sostuvo el alto tribunal.
Para la Corporación las restricciones que hasta ahora han tenido los integrantes de algún grupo religioso están siendo objeto de la vulneración de sus derechos fundamental a la libertad de cultos, por cuanto insta a las autoridades carcelarias a entregar las condiciones necesarias a los reos para que puedan celebrar las fiestas propias de las convicciones que guarden en la materia.
Así mismo, la Corte hizo un llamado a las instituciones encargadas de la administración de los centros penitenciarios para que permitan el ingreso de pastores y autoridades de cada culto.