El nombramiento de magistrados encargados que suplan las plazas que quedarán vacantes en la Corte Suprema será una de las fórmulas que seguirá estudiando la Sala Plena para aclarar el panorama en torno a la elección del Fiscal General de la Nación, luego de más de 20 jornadas sin poder dirimir el asunto.
La preocupación frente a la salida de los integrantes de la colegiatura radica en el hecho de que la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura no ha recompuesto las listas para suceder a los salientes.
La Sala Plena de la Corte Suprema había resuelto devolver las candidaturas, porque su composición no cumplía con todos los requisititos de la llamada Ley de Cuotas, que exige la presentación de hombres y mujeres aspirantes en igual proporción.
En vista de que tres de los magistrados cumplen su período constitucional esta misma semana, se augura un nuevo embate para poder tomar decisiones, que solo pueden ser aprobadas por las dos terceras partes de la plenaria, es decir, una mayoría calificada de 16, que sería imposible de alcanzar ante la salida de los togados.
Adicionalmente, la plenaria sigue trabajando en la posibilidad de reformar el reglamento no solo para buscar una salida al nombramiento del Fiscal sino para transformar estructuralmente parte del funcionamiento del alto tribunal, lo que exige la inexorable presencia de los magistrados.
Por ahora, hay consenso en torno a la necesidad de tratar el tema con sumo cuidado, para no causar dramatismos innecesarios en la opinión pública, y de ahí que se haya sugerido no volver a convocar sesiones extraordinarias y seguir discutiendo el asunto en las jornadas ordinarias, para crear nuevas tensiones.