Marta Pérez, de 24 años, y Doris Bohórquez, de 21, abandonaron Quito el domingo, donde habían permanecido por más de dos meses recuperándose de sus lesiones, confirmó la oficina de prensa de la cancillería ecuatoriana.
Las mujeres "recibieron oficialmente asilo diplomático otorgado por parte del gobierno de Nicaragua, por lo que, de conformidad con la práctica internacional, las autoridades ecuatorianas emitieron el respectivo salvoconducto para que puedan abandonar el país", indicó un comunicado.
El viernes, el ministro de Gobierno, Fernando Bustamante, había informado que la Fiscalía investigaba a Bohórquez y a Pérez y que sobre ellas pesaban órdenes de arraigo, que habrían sido levantadas.
Según la organización Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), con sede en Quito y que asumió la defensa de las heridas, Pérez y Bohórquez, son campesinas que fueron reclutadas de manera forzada por las Farc para realizar tareas domésticas.
La tercera sobreviviente del ataque, la mexicana Lucía Morett, también recibió asilo de Nicaragua y se encuentra en ese país desde mediados de abril donde fue recibida por el presidente Daniel Ortega. Las tres jóvenes han negado ser guerrilleras.
Morett, es una estudiante egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México y ha dicho que llegó a Ecuador para participar en un seminario junto a otros cuatro mexicanos. Luego recibieron la propuesta de viajar a un campamento de las Farc como parte de actividades académicas. Los cuatro mexicanos murieron durante el ataque.
Las mujeres fueron las únicas sobrevivientes de la incursión colombiana del 1 de marzo en la que fueron abatidas 25 personas, entre ellas Raúl Reyes, cuatro mexicanos y un ecuatoriano.
La acción derivó en la decisión de Ecuador de romper relaciones con Colombia, una crisis diplomática que todavía no ha podido ser superada.