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En Colombia ya extorsionan por Facebook

La famosa red social, que tiene casi 2 millones de usuarios nuevos cada semana, ya cayó en las manos de los delincuentes.

Stefanie Matiz
18 de junio de 2008 - 06:02 p. m.

La unidad de delitos informáticos de la Dijín viene registrando con preocupación cómo se incrementan las denuncias de personas que son víctimas de injurias, calumnias, amenazas y hasta secuestros a través de esa red.

Es el caso de Amanda Benavides, a quien le llegó  el siguiente mensaje en su ‘muro’: “Pilas porque puede aparecer muerta”. Inicialmente lo tomó como una broma más de un contacto. Lo que le llamó la atención es que nunca ha aceptado a ese contacto para recibir información suya.

Luego de varias semanas, ella y varios de sus contactos recibieron un fotomontaje en el que aparecía cubierta de sangre y se repetían las mismas palabras intimidatorias.

Amanda borró el contacto del cual le hacían llegar las amenazas; pero no pasó mucho tiempo para darse cuenta de que habían secuestrado su cuenta de correo electrónico y habían iniciado una campaña de desprestigio en su contra.

Posteriormente, el autor de las amenazas y el secuestro del correo electrónico, por la misma vía le exigió el pago de una suma de dinero para frenar los ataques a sus correos. Aún las autoridades siguen la pista del delincuente informático, que ya habría contactado a otras víctimas para intimidarlas y buscar el pago de extorsiones a través de la red social.

Este es uno de los pocos casos que se conocen en Colombia y a pesar de identificar la dirección IP desde la que se origina la estafa o extorsión ha sido muy difícil detectar a un responsable.

A raíz de las constantes denuncias por los llamados delitos informáticos y la gran capacidad de implementar técnicas de fraude sin implicaciones penales, la Dijín creó hace cuatro años un Grupo Investigativo de Delitos Informáticos que alerta a la comunidad en general sobre los mensajes de correos en cadena, los cuales son enviados a diferentes destinatarios, siendo éstos almacenados en la bandeja de correos no deseados.

Según el Mayor Freddy Bautista, director del Grupo Investigativo de Delitos Informáticos de la Dijín, muchas de las actividades criminales que se venían cometiendo en el mundo físico pasaron al campo virtual.

“Las típicas amenazas en las que el delincuente hacía llegar una corona fúnebre a la casa de la víctima como amenaza de muerte, hoy en día utiliza la red para obtener datos personales, ya sea para crear falsos perfiles o enviar una amenaza o burla utilizando sus contactos de correo electrónico”, agregó.

Por lo general, las personas que se dedican a este tipo de delitos hacen parte de organizaciones que logran monitorear su computador a través de un programa espía que rastrea todos los movimientos del usuario y su información confidencial.

Por ejemplo, a través del intercambio de archivos y fotografías, se logra infectar la computadora de la víctima con el programa espía, algunos simplemente se dan cuenta de lo que ha pasado mucho después de ser robadas.

“La globalización no sólo ha traído grandes beneficios, sino que también ha desencadenado un red dedicada al fraude virtual utilizando identidades falsas. Es común recibir casos por ventas ficticias, estafas nigerianas, falsas loterías, suplantación de páginas bancarias o portales de información, correos en cadena con ofertas de trabajo que resultan en secuestro”, explica el Mayor Bautista

Este grupo de investigadores contra el ‘delito virtual’ reciben entre 25 y 30 denuncias diarias, a través de un chat 24-7, disponible 24 horas los siete días de la semana (www.delitosinformaticos.gov.co) y mediante el cual, un grupo de especialistas brinda asesorías a los usuarios.

Emanuel Ortiz, especialista en informática forense de la Dijín afirmó que “a través del Cai virtual, han detectado que por medio de las redes sociales, como Facebook, se han incrementado las amenazas y la suplantación, agrediendo la integridad personal de los usuarios”.

Una simple mirada al portal de Facebook es suficiente para sembrar algunas preocupaciones en sus usuarios, no solo genera pérdidas económicas a las empresas y pérdida de privacidad a millones de usuarios, sino que también se ha desencadenado un fenómeno delincuencial dedicado al acoso y la extorsión.

Es importante tener en cuenta que cuando se es víctima de esta clase de fraude, se deben tomar las impresiones de las irregularidades que se presenten o identificar el lugar o sitio web donde se haya realizado la suplantación. Así mismo tomar los textos e imágenes con el fin de fundamentar la denuncia ante la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía o la Unidad de delitos informáticos de la Dijín.

En el campo virtual los investigadores de informática forense se encargan de asesorar a las víctimas de esta clase de delitos de acuerdo a la situación y el nivel de gravedad del delito, además se identifica la dirección IP, las posibles personas involucradas, que suelen ser amigos agregados o espías que se infiltran en las cuentas personales.

“En el campo físico y luego de identificar el lugar y la máquina de la que se están produciendo los delitos  nosotros vamos con orden de la Fiscalía a los respectivos sitios y se procede a realizar el allanamiento de los equipos”, agregó Ortiz.

Se han presentado 1074 casos entre injuria,  calumnia, amenaza, estafa nigeriana, phishing, falsa lotería, secuestro de cuentas de correo, fraude electrónico y pornografía infantil. Sin embargo, en la red ha sido difícil identificar a los autores de muchos de estos delitos, ya que el anonimato y la facilidad de encontrar nuevas formas para delinquir, evitan el rastreo de los responsables del fraude virtual.

Por Stefanie Matiz

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