Así lo dio a conocer este lunes el diario El Comercio, señalando que los computadores que al parecer son de la guerrilla colombiana, fueron encontrados por el Ejército del vecino país en una instalación clandestina de la parroquia Tobar Donoso (Carchi), junto a cuatro ametralladoras, un mortero, 16 lanzagranadas, dos carabinas, un fusil y 21 uniformes.
Hasta el momento se conoce que el comandante del Batallón de Infantería Motorizada 13 Esmeraldas (Bimot), Guillermo Tamayo, ha confirmado que los dos computadores se encuentran bajo su custodia, por pedido del Fiscal de Esmeraldas.
La etapa indagatoria está a cargo del agente fiscal Johnny Bedoya, quien participó en el operativo militar del Bimot para confiscar el material. El tiempo corre en contra de las disposiciones judiciales, pero hasta ahora las computadoras continúan en la unidad militar.
El cuidado y vigilancia de los computadores está a cargo de los militares. Según la Fiscalía de Esmeraldas, esa es parte de la estrategia que adoptaron las autoridades para evitar que se rompa la cadena de custodia e impedir posibles manipulaciones de la información contenida en los discos duros de los aparatos.
Sin embargo, hace varios días el fiscal de Esmeraldas, Lenín Arrollo, dijo que si los computadores son requeridos por el fiscal general de la Nación, Washington Pesántez, está dispuesto a enviar las computadoras a Quito.