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El rastro del ‘Señor de la camisa roja’

La Policía arrestó al gestor de ‘Los Machos’, el ejército privado del ex jefe mafioso Diego León Montoya. El Espectador conoció los detalles de la trayectoria de este poderoso hombre en el mundo de la mafia.

El Espectador
21 de mayo de 2008 - 09:44 p. m.

Gildardo Rodríguez Sierra estaba tan convencido de estar a salvo, que no se preocupó por dejar a ninguno de sus hombres vigilando la finca López Fonseca, en zona rural de La Mesa (Cundinamarca). Cuando la Policía y la Fiscalía llegaron a la propiedad, a las 6:20 de la mañana del sábado 17 de mayo, encontraron a sus cuatro escoltas, a sus dos hermanos y a él sin camisa, en ropa interior, durmiendo cada uno en su cama y todos igual de sorprendidos.

Rodríguez Sierra era uno de los hombres más buscados por la Fuerza Pública desde que su jefe, Diego Montoya Sánchez, alias Don Diego, fue capturado el 10 de septiembre de 2007 en una finca en Zarzal, Valle. En ese momento, cuando Montoya Sánchez salió del mapa del narcotráfico, Rodríguez Sierra, Jorge Iván Urdinola (alias La Iguana) y Ómar García (alias Capachivo), tomaron las riendas de una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas del país.

Rodríguez Sierra se ganó el apodo del Señor de la camisa roja desde que Wílber Varela, alias Jabón, lo señaló así en un enfrentamiento de su grupo, ‘Los Rastrojos’, contra ‘Los Machos’, el ejército privado de Don Diego que el mismo Rodríguez reunió, formó y capacitó. “Él siempre fue un guerrerista”, dijo uno de los oficiales de la Dirección de Inteligencia de la Policía (Dipol) que trabajó en el caso.

Aunque resultó ser uno de los mayores enemigos de Varela, esto no fue así siempre. De hecho, su vida comenzó en un lugar a cientos de kilómetros del Valle del Cauca: en El Castillo, Meta. Creció influenciado por unos padres miembros del Partido Comunista, al que se unió cuando fue joven. Según él lo ha manifestado, en su finca trabajaron los hermanos Germán y Jorge Briceño, el segundo, hoy miembro del Secretariado de las Farc.

Del Partido Comunista, el Señor de la camisa roja pasó a unirse a la Unión Patriótica. Militó en la izquierda durante toda su juventud, pero cuando comenzó el exterminio de este partido político por parte de los grupos paramilitares, y luego de que asesinaran a su papá y a uno de sus hermanos, huyó de Meta y llegó al Valle del Cauca, en donde lo acogió el gran jefe del cartel del norte del Valle en los años 90: Orlando Henao Montoya, el temido Hombre del overol.

Fue entonces cuando Rodríguez Sierra entró al mundo del narcotráfico. Se hizo amigo del Flaco Patiño, hermano del ‘narco’ Víctor Patiño Fómeque, y de Pedro Pineda, alias Pispís, quien también trabajaba con Orlando Henao y fue asesinado años más tarde en México. A principios de la década de los 90, Wílber Varela fue contactado por los capos del norte del Valle para manejar su oficina de cobros, y allí se conocieron Varela y Rodríguez Sierra.

Luego de que los jefes ‘narcos’ fueran capturados o asesinados, Varela tomó el poder del cartel del norte del Valle. Pero algunas disputas internas hicieron que Rodríguez huyera hacia el bando de su principal enemigo, Diego León Montoya. “Dicen que Varela sufría de envidia, que no le gustaba que nadie ascendiera. Porque Rodríguez Sierra era nada más y nada menos que su hombre de más confianza”, aseguró un detective de la Policía que lleva varios años trabajando en temas de narcotráfico.


A partir de entonces, el Señor de la camisa roja se consagró como el líder militar de la organización de Don Diego. Los organismos de inteligencia estatales pudieron establecer que él dirigía los ajusticiamientos y manejaba la oficina de cobros del cartel. Había sembrado tanto temor entre los pobladores de los municipios El Dovio, Zarzal, Roldanillo y Anserma Nuevo, que esta zona se convirtió en su mejor refugio. Allí se movía como pez en el agua. Se sentía intocable.

Comienza la búsqueda

Cuando Don Diego fue capturado, en septiembre del año pasado, Rodríguez Sierra, Capachivo y La Iguana se erigieron como los líderes de esta organización narcotraficante. Y empezó el acecho. Entre enero y febrero la Fuerza Pública realizó cuatro allanamientos en esos pueblos del norte del Valle que Rodríguez Sierra había convertido en su retaguardia, en busca de pistas que los condujeran a su paradero. Y un día sus caravanas de camionetas pomposas desaparecieron.

Los agentes de inteligencia que iban tras sus pasos pudieron determinar que el ‘narco’ comenzó a movilizarse en taxis, e incluso en buses, con la precaución de poner adelante suyo guardaespaldas que le indicaran la presencia de la Fuerza Pública en las vías. De esa manera Rodríguez Sierra, su esposa y su anillo de seguridad, compuesto por cuatro escoltas y dos hermanos, salieron del Valle y se desplazaron hasta Cundinamarca, una zona que ya no era tan segura para él.

En ese momento, los oficiales que lo seguían perdieron todo rastro suyo. Hasta que, un mes más tarde, se dieron cuenta de que Rodríguez Sierra había salido de su territorio y se había instalado en los alrededores de La Mesa. Alquilaba una finca de recreo, pagaba en efectivo y salía de ella a la semana. Así logró permanecer en la región sin levantar la más mínima sospecha de los vecinos.

Pero el sábado 17 de mayo, a las 3:00 de la mañana, un grupo especial de 20 hombres de la Policía, con apoyo de la Fiscalía, infiltraron los alrededores de la finca y tres horas y 20 minutos después entraron en la casa para terminar con la carrera delictiva del Señor de la camisa roja. El Gobierno colombiano está a la espera de que se formalice su solicitud de extradición para que sea enviado a Estados Unidos, en donde es requerido por narcotráfico.

Con esta captura, el grupo que una vez lideró el capo Diego León Montoya sufre otro golpe más. Capachivo y La Iguana parecen ser los nuevos jefes de este grupo ilegal, pero el primero se encuentra escondido en el Cañón de las Garrapatas y el segundo, al sur del Valle, en límites con Cauca. Para las autoridades, son el próximo objetivo a localizar.

La banda de Don Diego maneja una de las rutas de narcotráfico más apetecidas por otros carteles, en la que sacan la droga desde Buenaventura, Tumaco u otros puntos en el Pacífico hacia México y, posteriormente, hacia Estados Unidos. Alias Comba, el lugarteniente de Varela, podría querer apoderarse de ellas. Y así continuar la cruel disputa que por años han mantenido ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Machos’. Este último, ya sin la presencia de su líder, el Señor de la camisa roja.

Golpes contra ‘Don Diego’

Marzo 22 de 2005. José Robayo Escobar, alias ‘Guacamayo’, hombre de confianza de ‘Don Diego’, fue detenido y, posteriormente, extraditado. Octubre 10 de 2005. Fue arrestado Fernando Londoño García, líder de la banda sicarial ‘Los Yiyos’, que trabajaba al servicio de ‘Los Machos’. Enero 15 de 2007. Fue capturado Eugenio Montoya, hermano de ‘Don Diego’. Septiembre 10 de 2007. El Ejército dio con el paradero de uno de los 10 hombres más buscados por el FBI: Diego Montoya León. Febrero 5 de 2008. La Dijín capturó en Antioquia al mayor (r) Juan Carlos Rodríguez, alias ‘Zeus’, quien sobornó a oficiales de la II División del Ejército para favorecer a la banda de ‘Don Diego’.

 

Por El Espectador

 

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