Tras muerte de Reyes, el desplazamiento se recrudece en varias regiones del país

Cientos de familias de Antioquia, Cauca, Meta y Arauca abandonaron sus hogares para evitar morir en medio de los enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla de las Farc, que se agudizaron tras las muertes de Raúl Reyes e Iván Ríos, miembros del secretariado del grupo subversivo.

Stefanie Matiz - Dora Montero / Elespectador.com
19 de marzo de 2008 - 12:19 p. m.

Se trata de una etapa apenas comparable con el recrudecimiento del conflicto luego de la ruptura de las negociaciones de paz en el Caguán, en 2002.

Jorge Rojas, director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, explicó que luego de la muerte de Reyes y Ríos, el Ejército comenzó una ofensiva contra las Farc en diferentes puntos del país y paralelamente, la guerrilla ha generado una respuesta que va en contra de la población civil, de la que desconfía a raíz de las delaciones.

"Se dio lo que temíamos muchos defensores de los Derechos Humanos, una agudización del conflicto armado en que los desplazamientos son solo una de las consecuencias", dijo.

Rojas explicó que para los guerrilleros de las Farc, los ciudadanos son informantes, mientras que para el Ejército son auxiliares de la guerrilla.

En 2007, en Colombia 306 mil personas fueron desplazadas, lo que equivale a 40 por día. Ese comportamiento se mantuvo durante los dos primeros meses de este año, pero para marzo, las organizaciones encargadas de la atención a los desplazados pronostican un crecimiento acelerado.

Uno de los casos más dramáticos es el de Toribío, en Cauca, donde 425 personas abandonaron sus tierras y se refugiaron en una escuela, luego de declararse en Asamblea Permanente. (Ver nota relacionada)

Las peticiones de los pobladores fueron escuchadas por organismos internacionales. El Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, y la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados, ACNUR, ya acudieron al lugar y atendieron a las víctimas.

Igual ocurrió en Ituango, donde los habitantes de tres veredas abandonaron sus tierras por cuenta del enfrentamiento entre la Fuerza Pública y un grupo armado irregular. Según se conoció, las Farc habrían minado las salidas y entradas a las veredas. Hasta la mañana del martes había 150 personas desplazadas y se esperaba la llegada de más.

Los enfrentamientos que se libran en la zona obedecen a las acciones de la Brigada Móvil 11 en contra del frente XVIII de las Farc, que hace presencia en ese sector del departamento de Antioquia.


Carlos Mario Gallo Machado, alcalde de ese municipio del norte de Antioquia, informó que en la tarde del martes llegaron funcionarios del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres, Dapard, de la Gobernación de Antioquia y de Acción Social de la Presidencia, con ayudas para los afectados por esta situación.

"Los campesinos vienen de una zona de amortiguamiento del Paramillo, que está a dos días de camino a pie de la cabecera municipal. Ellos hablan de combates entre el Ejército y la guerrilla", indicó Gallo Machado.

Pese a que la atención está llegando, aún no es suficiente. "En todos los casos es evidente, no sólo la necesidad de que se respeten las normas del Derecho Internacional Humanitario que siguen sin ser respetadas, sino la necesidad de una mayor presencia, también civil, del Estado", dijo a Elespectador.com Gustavo Valdivieso, Oficial de Información Pública de ACNUR en Colombia.

Según el vocero de de ACNUR, otra situación grave es la que se está viviendo en Mapiripán y en Puerto Alvira, Meta. "En Mapiripán porque la presión de un grupo armado irregular y del conflicto en general, han forzado ya el desplazamiento de 93 indígenas guayaberos procedentes de Mocure a Mapiripán. Y en Puerto Alvira porque hay mucho temor entre la población a la acción de un grupo irregular".

Un equipo del ACNUR que estuvo allí el fin de semana encontró 200 pobladores, en vez de los 800 o mil habituales, y por ello Valdiviseso consideró que vale la pena que las autoridades evalúen esa situación.

Sin embargo, el comandante de la IV División del Ejército, mayor general Guillermo Quiñónez Quiroz, aseguró que en la zona no se está realizando operación alguna y la salida de gente no es más que una respuesta a las acciones de las autoridades en la erradicación de droga. "Estas eran áreas de coca y los que están saliendo son raspachines que ya no tienen dónde trabajar", explicó el oficial a Elespectador.com.

Sin embargo, las informaciones con que cuentan los defensores de DD.HH. indican otra cosa: ya hay familias desplazadas por enfrentamientos cerca de sus tierras que aparentemente se dan entre los grupos de paramilitares que aún operan allí y la guerrilla, pues ambos actores intentan quedarse con el negocio de la droga que por esa zona mueve millones de pesos.

Esas organizaciones también tienen informaciones sobre desplazamientos en Arauca, donde los paramilitares que aún funcionan en esa región estarían enfrentándose con el Ejército, las Farc y el Eln. Lo que se pronostica no es bueno. Para entidades como el Codhes, el aumento de los desplazados va a continuar con el incremento de las acciones militares y en la medida que el Ejército realice bombardeos con sus aviones militares y la guerrilla continúe con el uso de armas no convencionales.

Por Stefanie Matiz - Dora Montero / Elespectador.com

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