Este es el documento que relaciona a Fabio Valencia con las Farc

Este es el texto que habría firmado el actual Ministro del Interior.

El Espectador
25 de marzo de 2009 - 07:12 p. m.

Este es el texto completo del Pacto de las FARC:

1 A finales del próximo año, las FARC- EP y el Gobierno Nacional llegarán a un acuerdo mediante el cual se prolongará el periodo del presidente Pastrana por dos años más (2004).

2. Paralelamente se buscará que su sucesor sea un miembro de la Gran Alianza para el Cambio que garantice fielmente la continuidad del proceso de paz iniciado en 1998. Para efectos prácticos las FARC-EP se comprometerían a movilizar a la población bajo su dominio, con el fin de apoyar una candidatura de los señores FABIO VALENCIA COSSIO o JUAN CAMILO RESTREPO SALAZAR.

3. En aras de consolidar una nueva cultura política desprovista de los vicios propios de los partidos tradicionales, las elecciones locales previstas para octubre del presente año serían pospuestas hasta finales del año 2001, con el fin de evitarle al país los elevados costos que supone la nueva elección, tan pronto como se cristalicen los puntos 3, 4 y 5 de esta carta de intenciones.

3.1 Este acuerdo será el fruto de las negociaciones de la agenda común o del cambio que semestralmente produciría algunos acuerdos parciales entorno a tres grandes bloques temáticos.

4. El punto 1 se materializa a través de una Asamblea Nacional Constituyente autorizada por el Congreso de la República en la que es mayoría la Gran Alianza por el Cambio. Esta Asamblea producirá una nueva Constitución Nacional basada plenamente en los resultados de las negociaciones a que se refiere el punto 2 y su objetivo sería la refundación del Estado Colombiano.

5. Un 50% de esta Asamblea estaría compuesto por ilustres personalidades de la vida nacional, escogidas por el Gobierno Nacional, y el otro 50% estaría conformado por miembros de las FARC¬EP, que demostraría plenamente su voluntad de paz y su apuesta por lograr una solución negociada al conflicto.

6. La composición del poder político en Colombia, después de que la mencionada Asamblea haya producido una Carta Magna, reflejará la misma tendencia cuantitativa, de tal suerte que varias carreras ministeriales y cargos propios de la alta dirección del Estado pasen a manos de la organización insurgente.

7. La Asamblea Constituyente no sería elegida popularmente con el fin de evitar los riesgos de que caiga en manos del clientelismo tradicional que domina la política regional en Colombia. Por idéntica razón, el nuevo texto constitucional no sería sometido a referendo alguno. En cualquier caso, esta iniciativa estaría exclusivamente destinada a impedir que se frustren las expectativas de paz que animan al pueblo colombiano.

8. Con el fin de consolidar este proceso, las FARC-EP y el Gobierno Nacional acordarán a la mayor brevedad posible una tregua bilateral a la cual podrían sumarse posteriormente el ELN y las Autodefensas Unidas de Colombia.

9. El Gobierno Nacional recibiría la ayuda militar procedente de los Estados Unidos, pero en el marco de la mencionada tregua, las Fuerzas Armadas se abstendrán de utilizar estos medios contra las fuerzas insurgentes.

10. De acuerdo con los diálogos sostenidos hasta la fecha, las FARC-EP se comprometerían con el Gobierno Nacional y el Gobierno de los Estados Unidos también a cooperar activamente en el propósito de limitar el comercio de drogas y erradicar cultivos de hoja de coca por lo menos en una cifra que doble la alcanzada durante 1999.

11. A cambio, el Gobierno de los Estados Unidos garantizaría un notable flujo de recursos económicos para desarrollar proyectos productivos de base agroindustrial que consoliden la preponderancia de las FARC-EP en sus áreas de influencia y habiliten al campesinado para participar en la vida económica nacional e internacional, sin tener que recurrir a prácticas ilícitas.

12. Así mismo, el Gobierno de los Estados Unidos se comprometería a impedir que los militares colombianos utilicen el material bélico donado al Gobierno Nacional contra las fuerzas insurgentes, aun cuando la puesta en marcha de la tregua bilateral tomase más tiempo del esperado.

13. En consonancia con el sexto punto de esta carta de intención, el Ejército Colombiano actual reduciría sus efectivos en un 60% de manera escalonada entre enero y diciembre del año 2002. En esa misma medida, se fundirían en un nuevo Ejército Patriótico los contingentes más calificados de las actuales fuerzas insurgentes. Por lo menos la mitad de las principales guarniciones militares estarían comandadas por los actuales jefes de las FARC-EP al finalizar el citado año 2002. Para evitar cualquier aventura extra constitucional protagonizada por los altos mandos militares que se sientan frustrados ante la posibilidad de que las FARC-EP compartan el poder político y económico en Colombia, el Gobierno Nacional se compromete a depurar la cúpula militar, estudiando cuidadosamente los antecedentes de aquellos que pasen a ocupar los puestos de control sobre las operaciones y el planeamiento estratégico.

14. A fin de facilitar el desarrollo de los puntos 10 y 11 de esta carta, la Asamblea Constituyente amnistiará los capitales de las FARC-EP que, hacen parte actualmente de la estructura económica nacional.

15. Aunque en ningún momento se contemplaría la entrega de armas por parte de la organización insurgente, las FARC-EP se comprometerían a respetar los derechos humanos y moderarían su influencia sobre las organizaciones políticas de izquierda en otros países del área andina, cuya intención manifiesta fuese la de desestabilizar las frágiles democracias de países como Venezuela, Ecuador o Panamá. En particular, las FARC-EP atenuarían su influencia sobre las organizaciones armadas de Méjico, Ecuador y Bolivia".

Por El Espectador

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