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Destituyen a ex gobernador del Casanare, Whitman Herney Porras

La Procuraduría lo responsabiliza de irregularidades en partidas presupuestales por más de 181.000 millones de pesos.

El Espectador
17 de febrero de 2010 - 04:55 p. m.

Con destitución e inhabilidad en la ejecución de funciones públicas fue sancionado el gobernador del Casanare, Whitman Herney Porras Pérez, por irregularidades en fondos del presupuesto departamental superiores a los 181.000 millones de pesos.

La primera de las actuaciones materia de la decisión se relacionan con la adición al presupuesto de 2007 por cerca de 167.100 millones de pesos, sin que la Asamblea Departamental lo haya autorizado.

"La expedición de normas orgánicas del presupuesto departamental y el presupuesto anual de rentas y gastos le compete por ley a la Asambleas departamentales y, por lo tanto, para aumentar el monto de las apropiaciones ya fijadas era indispensable contar con la aprobación de esta Corporación", indicó la Procuraduría en un comunicado de prensa.

Así mismo, el organismo de control advirtió que el funcionario eludió los presupuestos del código de contratación estatal al celebrar un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos, OEI, para la ejecución de diversos proyectos por más de 14.000 millones de pesos.

Entre las actividades previstas se encontraban escenarios deportivos por cerca de 1.500 millones, la dotación de instituciones educativas y laboratorios de matemáticas por cerca de 1.060 millones, terminación de la estación de bomberos en Yopal ascendente a 725 millones, construcción e interventoría de unidades sanitarias por 1.500 millones y mejoramiento de entornos saludables de la población escolar en diez establecimientos educativos por más de 2.000 millones de pesos.

Así mismo, se estableció que Porras Pérez celebró un contrato para la adecuación 100 aulas de informática multipropósito e implementación y para la  dotación de 250 aulas virtuales, incluyendo 5 mil computadores, sin haber efectuado los estudios previos y sin vigilar su ejecución.

Por El Espectador

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