Frente a las denuncias hechas por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que señalan que en Colombia se están "disfrazando" acciones militares y políticas como asistencia humanitaria, el Ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján dijo que se reunirá en los próximos días con los delegados de la organización humanitaria para esclarecer posibles dudas o señalamientos que no hacen parte de las acciones de las Fuerzas Militares.
"Yo he leído las declaraciones del comisionado de la Cruz Roja, no he encontrado esas afirmaciones (...) voy a citarlo para analizar con nosotros el informe, tenemos el máximo respeto con ese organismo humanitario, por su prudencia. Creo que se refiere a la necesidad de respetar el Derecho Internacional Humanitario", señaló Silva.
"Muchas operaciones, por ejemplo en el Cauca, se han tenido que suspender porque los narcoterroristas utilizan a la población civil para esconderse en las escuelas, casas, hospitales y nosotros preferimos no tener una victoria militar a violar el Derecho Internacional Humanitario", puntualizó el jefe de la cartera de la Defensa.
El funcionario dijo además que las declaraciones del delegado en Colombia del CICR, Christophe Beney, son más "interpretaciones que afirmaciones", al enfatizar que "la doctrina militar de Colombia se construye sobre el Derecho Internacional Humanitario y la protección de los civiles (...) Hay que señalar que las Fuerzas Militares en Colombia y todas sus operaciones trabajan con el manual de derecho operacional con la plena defensa de los Derechos Humanos".
El jueves el jefe de la delegación en Colombia del CICR, Christophe Beney, dijo durante la presentación del informe de actividades de ese organismo humanitario durante 2009 en el país que "lo que nos preocupa es que aquí en Colombia y en otros países hay una tendencia a querer disfrazar una acción militar, una acción política (...) con la acción humanitaria y eso trae consecuencias para la población civil (...) Las consecuencias de tales acciones pueden ser peligrosas cuando acciones militares tienden a querer ganar el corazón y la mente de personas que de buena fe acuden a una asistencia sin darse cuenta de que eso puede traer consecuencias".
Beney indicó que tras recibir esa asistencia humanitaria disfrazada los civiles se sienten engañados y pueden quedar expuestos a "retaliaciones" en regiones donde pervive el conflicto, sin especificar casos concretos. En ese sentido, alegó que "no les pueden obligar a que se pongan en peligro frente a retaliaciones".
Durante el 2009, el CICR documentó 800 casos de presuntas violaciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH) , la mitad respecto de las 1.600 documentadas en 2008, lo que, a juicio de Beney, no refleja "un cambio de la situación sino del sistema de documentación" que está más centrado en eventos que sobre individuos.
Entre las violaciones que más se practicaron están las desapariciones forzadas, homicidios y ataques directos a personas protegidas por el DIH, ocupación de bienes civiles privados o públicos, violencia sexual y reclutamiento de menores.
El CICR también hizo alusión a maltrato físico, psicológico y amenazas, así como a la contaminación por armas y minas antipersonal, que afectan la vida de las comunidades, y al desplazamiento forzado.
El jefe de la Cruz Roja Internacional en Colombia mostró también su preocupación por el número de personas desaparecidas en este país, que según la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CBPD) llega a los 40.000 casos.
En este sentido, Beney indicó que sólo en 2009 se registraron 84 casos de desaparecidos en Colombia.
El informe del CICR señala también que la crisis de personas desplazadas en Colombia es una de las más graves en el mundo y afecta "de manera desproporcionada" a los afrodescendientes e indígenas.
Las causas principales de desplazamiento observadas por el CICR fueron los enfrentamientos armados, las amenazas de muerte, el maltrato psicológico y el reclutamiento forzado.
También la erradicación de cultivos ilícitos, especialmente hoja de coca, ha forzado a miles de personas a dejar sus tierras ante la perdida de sus fuentes de ingresos y el temor a ser perseguidos.
En su informe, el Comité Internacional de la Cruz Roja recuerda que en 2009 este organismo facilitó la liberación de cuatro rehenes civiles, tres militares y un policía que estaban secuestrados por las Farc, gracias al apoyo logístico del Gobierno de Brasil.
La delegación del CICR en Colombia es una de las 10 más grandes a nivel mundial y la mayor de toda Latinoamérica y el Caribe.