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Aunque disminuye el desplazamiento en Colombia sigue al nivel de Siria

Con más de cinco millones y medio de víctimas sigue siendo el país más afectado del mundo por ese flagelo.

El Espectador
10 de junio de 2014 - 10:50 p. m.
Aunque disminuye el desplazamiento en Colombia sigue al nivel de Siria

El desplazamiento forzado en Colombia presenta una tendencia a la baja desde que comenzó el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc en La Habana, pero con más de cinco millones y medio de víctimas desde 1985 sigue siendo el país más afectado del mundo por ese flagelo con un nivel similar a Siria.

Esas son las conclusiones de los informes divulgados por la gubernamental Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), la primera presentación conjunta de los datos recopilados por los sectores público y privado en Colombia.

Las cifras que manejan las dos entidades son diferentes pero ambas superan los cinco millones y medio de desplazados, mientras que las personas que han tenido que abandonar sus hogares en la guerra civil de Siria se calculan entre los 4,25 y los 6 millones.

Mientras que la Unidad de Víctimas cifra en 5.537.883 los afectados por el desplazamiento forzado desde 1985, Codhes, que lleva 22 años estudiando las dinámicas de este fenómeno asociado al conflicto, establece en 5.921.229 las personas afectadas.

La directora de la Unidad de Víctimas, Paula Gaviria, destacó que los desplazados representan el 87 % del total de víctimas del conflicto armado, que entre 1985 y el 1 de abril de 2014 se cuentan en 6.372.539, por lo tanto el desplazamiento forzado se perfila como "la mayor tragedia humanitaria que ha tenido Colombia".

Pero advirtió que "desde que se anunciaron los diálogos (de paz con las Farc en 2012) tenemos la evidencia de que ha habido disminución en desplazamientos forzados y sus tendencias y creemos que hay una respuesta más efectiva en materia de prevención para reducir en términos reales" el número de víctimas.

Así, la Unidad de Víctimas establece que en 2012 fueron expulsadas de sus hogares 206.504 personas, mientras que en 2013 fueron 142.181.

Al mismo tiempo, Codhes cifra los desplazados en 2013, espectro temporal de su informe, en 219.405 colombianos.

Ambos organismos coinciden al señalar que los picos máximos de desplazamientos corresponden a los Gobiernos de Andrés Pastrana (1998-2002) y en la primera etapa de gestión de Álvaro Uribe (2002-2006), ambos con más de un millón de víctimas.

Esos fueron periodos de convulsa actividad armada de las guerrillas, fuerte respuesta militar del Estado, fortalecimiento de grupos paramilitares y fallidos intentos de paz.

De acuerdo con los datos gubernamentales, las cifras de desplazamientos disminuyeron en un 46,7 % entre el segundo Gobierno de Uribe (2006-2010) y el del actual presidente, Juan Manuel Santos, quien aspira a la reelección en los comicios del próximo domingo.

Por su parte, el director de Codhes, Marco Romero, explicó que la radiografía del desplazamiento ha cambiado a medida que el conflicto armado ha modificado sus dinámicas, y concretó que un modelo de lo que hoy sucede en el país se concentra en los cuatro departamentos de la costa del Pacífico: Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.

"En el Pacífico hay (guerrillas de las) Farc, ELN (y) bandas criminales que no son marginales sino que tienen una estructura de paramilitarismo, además de un componente industrial por parte del Estado", pues en esta zona hay extracción de minerales y dos importantes puertos comerciales en las ciudades de Buenaventura y Tumaco.

Precisamente esas dos ciudades junto con Medellín presentan los más altos niveles de desplazamiento intraurbano, una tendencia que ya no obliga a abandonar el campo por la ciudad, sino un barrio por otro.

"Ante esa realidad hay que buscar entendimientos humanitarios y terminar la guerra", dijo Romero al reconocer que ahora que el Gobierno lleva 18 meses negociando con las Farc y anunció este martes conversaciones exploratorias con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) hay una "oportunidad".

Asimismo, Romero advirtió que a la tragedia de los desplazamientos forzados en Colombia hay que sumar el reconocimiento de los refugiados, "que se calculan en 400.000 y son casi invisibles" pero que viven en condiciones adversas.

Por El Espectador

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