Clan familiar fue capturado por presunto ocultamiento de bienes del "Negro Acacio"

Los integrantes de la familia Chaux se declararon inocentes ante los cargos imputados por la Fiscalía. / Cristian Garavito - El Espectador

Tres integrantes de un clan familiar señalado de ocultar activos y dineros ilícitos del extinto Frente 16 del Bloque Oriental de las Farc, al mando de Tomás Medina Caracas alias el Negro Acacio –quien murió en 2007 en una operación de la Fuerza Pública–, fueron capturados en Bogotá por la Fiscalía y la Dijín de la Policía Nacional. Los bienes, avaluados en más de $10 mil millones, habrían sido adquiridos con recursos que el Negro Acacio habría obtenido del secuestro, la extorsión y sus vínculos con el traficante brasileño de drogas y armas Fernandinho Beira-Mar, capturado en Colombia y extraditado a Brasil.

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Los integrantes del clan familiar capturados son José Hugo Chaux Cuéllar (de nacionalidad colombiana y brasileña); su esposa, Luz Stella González Cuéllar; y su hijo, José Hugo Chaux González, quienes, al parecer, compraron estos bienes ubicados en los departamentos de Meta y Guaviare. Serán investigados por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Este jueves se conocerá si estas tres personas son enviadas a la cárcel mientras avanzan las investigaciones.

Sobre este clan, la Fiscalía dice que constató un acelerado incremento patrimonial de sus integrantes, quienes, a su vez, sostienen que se deriva de actividades de ganadería, compra y venta de finca raíz y préstamos de dinero. A los tres les fueron incautados más de $3 mil millones y US$7.430 (más de $23 millones).

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Adicionalmente, en febrero de 2018, según la Fiscalía, les fueron ocupados 125 bienes con fines de extinción de dominio en Bogotá (Cundinamarca); Villavicencio, Puerto López y Puerto Gaitán (Meta); y San José del Guaviare (Guaviare). Entre los inmuebles se encuentra una casa de recreo avaluada en $5 mil millones, vehículos, establecimientos de comercio, varias cabezas de ganado y caballos de exhibición.

El primer caso 

Hace exactamente un año, la Fiscalía anunció el primer gran caso de testaferrato de las Farc. Se trataba de la familia Mora Urrea. El 19 de febrero de 2018, el fiscal general, Néstor Humberto Montealegre, dijo que la investigación era fruto de varios meses “de un exhaustivo trabajo de campo para el que fue fundamental la colaboración del Ejército” y, en ese momento, se abrió formalmente el expediente contra los hermanos Norberto, Luis Alirio, Uriel y Edna Yaneth Mora Urrea. 

Según la Fiscalía, los miembros de esa familia “se habrían prestado para fungir como dueños de estos supermercados (los Supercundi) que, en los años noventa, eran propiedad de un empresario cundinamarqués que fue víctima de secuestro, además de aparecer como propietarios de otras sociedades que llamaron la atención por su rápido e inexplicable crecimiento económico”. El ente investigativo aseguró que la madre de los hermanos, María Ana Bertilda Urrea, era “amiga cercana” del Mono Jojoy, y que Norberto Mora guardaba una estrecha relación con alias Romaña.

De acuerdo con el expediente de la Fiscalía, los testimonios de tres desmovilizados de las Farc habían sido claves para armar ese proceso. La defensa de los Mora Urrea, sin embargo, empezó a exponer inconsistencias en sus relatos, alegando que se trataba de testigos falsos. Los cuatro fueron llamados a juicio y tres de ellos, con excepción de Norberto Mora Urrea —quien está prófugo—, acudieron a la Jurisdicción Especial para la Paz. 

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