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Coletazo de un allanamiento

Una de las fincas ocupadas por la Fiscalía en el caso de los hermanos Álvarez Meyendorff resultó ser de propiedad del ganadero Reinel Gaitán. Autoridades indagan cómo adquirió el inmueble.

Diana Carolina Durán Núñez
10 de junio de 2013 - 09:00 p. m.
Ignacio Álvarez Meyendorff, señalado narcotraficante y  Juan Fernando Álvarez Meyendorff, alias ‘Mechas’.
Ignacio Álvarez Meyendorff, señalado narcotraficante y Juan Fernando Álvarez Meyendorff, alias ‘Mechas’.

El nombre de Reinel Gaitán Tangarife se hizo público el 14 de septiembre de 2008. En esa fecha, en una transmisión de Noticias Uno, se dijo que era la misma persona conocida con el alias de El Gurre, a quien el diario El Tiempo había señalado cuatro días atrás como un testaferro de Daniel El Loco Barrera y amigo del general (r) de la Policía Jesús Antonio Gómez Méndez. La asociación con Gaitán Tangarife, en buena parte, le costó a Gómez Méndez la salida de la institución. Mientras tanto Gaitán Tangarife consiguió, a través de tutelas, que los medios que lo mencionaron echaran para atrás los señalamientos.

Desde entonces, nada se había vuelto a saber de este ganadero y productor de palma africana del Meta, que llegó hasta la Corte Constitucional exigiendo protección para sus derechos a la honra y al buen nombre. Hasta que la Fiscalía, de la mano de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), realizó hace un par de semanas la operación de extinción de dominio más grande jamás desarrollada, valorada en $1,2 billones: el derrumbe del narcoemporio de los hermanos Juan Fernando e Ignacio Álvarez Meyendorff, señalados capos del narcotráfico.

Un reporte de la Unidad de Lavado de Activos, elaborado el 24 de mayo, revela que Reinel Gaitán Tangarife tenía a su nombre una de las 205 propiedades allanadas el 3 de mayo último. Todas ellas, dice la Fiscalía, estaban a nombre de testaferros de los hermanos Ignacio y Juan Fernando Álvarez Meyendorff. En el caso de Gaitán Tangarife se trataba de Villa Diana, una finca de 310 hectáreas localizada en Puerto Lleras (Meta). “Se encontró procedente adelantar la fase inicial del trámite de extinción de dominio”, señaló la Fiscalía en su informe.

La Fiscalía llegó a esta propiedad de Gaitán Tangarife como lo hizo con las otras 204, ubicadas en Cundinamarca, el Eje Cafetero, Valle, Córdoba, Atlántico, Antioquia y Meta: a través de labores investigativas del CTI y de los datos aportados por un informante. Según el organismo de investigación, las pruebas que tiene son suficientes para demostrar que la procedencia de los bienes es ilegal y que los verdaderos dueños eran los Álvarez Meyendorff. Para la entidad, no hay duda de que la propiedad de Reinel Gaitán Tangarife, así como las demás, fueron adquiridas con dineros “calientes”.

En 2008, la información que inicialmente revelaron los medios de comunicación sobre El Gurre hablaba de posibles nexos entre este ganadero y El Loco Barrera, que era entonces uno de los capos más buscados del país y quien fue detenido en Venezuela en septiembre del año pasado. En la información que hoy reposa en la Fiscalía no hay, hasta ahora, indicios que delaten nexos entre el capturado narco y Gaitán Tangarife. Pero el vínculo con los Álvarez Meyendorff, señalan los reportes oficiales, al perecer sería irrefutable.

Ignacio Álvarez Meyendorff fue arrestado el 24 de abril de 2011 en Argentina, mientras que su hermano Juan Fernando, alias Mechas, se entregó en Estados Unidos hace poco más de un mes. Ambos están siendo procesados en la Corte del Distrito Este de Nueva York por cargos de narcotráfico y, según establecieron la UIAF y la Fiscalía, crearon una red comercial en la que participaban por lo menos 15 empresas y 18 integrantes de esa familia. Se ha hallado también que otros de los bienes incautados a este clan estaban a nombre de los excongresistas Jorge Enrique Gómez Montealegre (pastor cristiano) y Otto Nicolás Bula.

Ignacio Álvarez Meyendorff, además, aparece mencionado en el expediente por lavado de activos contra la baronesa electoral del Valle, Dilian Francisca Toro. Según rastreó la Fiscalía, Ignacio Álvarez hizo negocios con Lorena Henao, viuda de Iván Urdinola, jefe del norte del Valle. El organismo encontró también que uno de los bienes que hoy enredan a la excongresista, el predio San Miguel, le perteneció en los 90 a la sociedad Interorbe y a Ignacio Álvarez Meyendorff. Además se estableció que Interorbe estaba compuesta por socios que no correspondían al capital manejado por esa firma. Por ejemplo, una tendera, un conductor y un zapatero aparecían como dueños. Al parecer, las actas de la empresa habrían sido adulteradas por el propio Álvarez Meyendorff.

dduran@elespectador.com

@dicaduran

Por Diana Carolina Durán Núñez

 

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