De acuerdo con informes del Departamento de Justicia, Andrés Campo, cabecilla de una red que se dedicaba a comprar armas legalmente en Florida para luego transportarlas de manera ilegal a Cali (Colombia), fue sentenciado a cadena perpetua por la jueza Cecilia Altonaga.
El hombre, nacido en estados Unidos, residía en Miami y fue acusado del asesinato de un integrante de su banda, a quien atacó por temor a que lo denunciara ante las autoridades, a lo que se le halló culpable en septiembre por los delitos de asesinato con intención de obstruir la justicia, posesión de arma de fuego y tráfico de armas.
La víctima, identificada como Erick Comesana habría sido arrestado por primera vez en 2009 y fue asesinado por Campo al este adquirir cierto grado de paranoia que lo llevó a pensar que su compañero cooperaría con los cuerpos de seguridad.
El 27 de mayo de 2011 fueron encontrados los restos quemados de Comesana, pocas horas después de que se le declarara culpable por tráfico de armas.
De acuerdo con información de Caracol Radio, el hombre habría sido citado por Campo para recibir un dinero para pagar un abogado, no obstante, fue abatido con arma de fuego y luego incinerado.
Para el mes de julio de 2012, Campos junto a su cómplice de homicidio, Carlos Ríos, fueron capturados en Miami, donde Ríos admitió su culpabilidad y al igual que Campos fue condenado a cadena perpetua.