“Mientras todo el continente habla del juicio contra los periodistas de El Universo de Ecuador, acá nos pasan cosas peores y ni nos damos cuenta. Están pisoteando los derechos de un ciudadano humilde como soy yo”. Así se lo comentó el periodista Luis Agustín González a la W Radio después de conocer que el Tribunal Superior de Cundinamarca confirmó la condena de un juez de Fusagasugá (Cundinamarca) y sentenció al comunicador a 18 meses de prisión por el delito de injuria, aunque lo absolvió por el delito de calumnia que se le había imputado inicialmente. Esa corporación aseguró que con un editorial que publicó González, a finales de 2008, vulneró la honra de la exgobernadora de Cundinamarca Leonor Serrano de Camargo, quien para ese entonces aspiraba al Senado de la República.
El editorial “¡No más!”, publicada por el medio regional Cundinamarca Democrática, rezaba: “Que los politiqueros de siempre, de la noche a la mañana, vuelvan con aspiraciones de llegar al Senado de la República no es extraño (…) Nos ocupamos, sin tapujos, de María Leonor Serrano, que ‘otra vez’ se presenta en forma descarada y hasta amenazante, a decirle al pueblo fusagasugueño que aspira a un escaño en el Senado”. Con ella, el periodista además habría —de acuerdo con el Tribunal— lesionado la integridad moral de la exgobernadora y excandidata a la Alcaldía de Bogotá. El fallo fue rechazado por la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip).
Esa entidad cuestionó la decisión judicial y recordó un diagnóstico hecho por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que aseguraba: “En la arena del debate sobre temas de alto interés público no sólo se protege la emisión de expresiones inofensivas o bien recibidas por la opinión pública, sino también la de aquellas que chocan, irritan o inquietan a los funcionarios o a un sector cualquiera de la población”. Además, reiteró que “en casos similares [como el de Claudia López y Alfredo Molano], las decisiones judiciales protegieron la libertad de opinión y el precedente judicial debe ser aplicado a todos los periodistas por igual”.
Al respecto, el abogado de la Flip Pedro Vaca reiteró que a la justicia le falta mucho para cumplir con los estándares internacionales de protección a la libertad de expresión, que una figura pública como Leonor Serrano debe tolerar tanto las alabanzas como los señalamientos en su contra y que la sentencia es un mal precedente que impide que las autoridades les garanticen a los periodistas por lo menos su derecho a opinar. Y aseguró que espera que el caso pase a la Corte Suprema de Justicia, ésta lo estudie y “siente una jurisprudencia mejor”. “Si el tema de la libertad de expresión fuera una escalera, tendríamos que decir que a Colombia le falta mucho para llegar a la parte más alta de ella”, resaltó Vaca. Ya la Federación Colombiana de Periodistas había dicho, con respecto a este caso, que “consolide la seguridad jurídica que requieren los periodistas, comunicadores y medios para el ejercicio de su labor de manera libre e independiente”.