Publicidad

Consejo de Estado contra las corridas de toros

Contradictoriamente, en la Corte Constitucional estudian la posibilidad de darle el visto bueno al regreso de las corridas a La Santamaría.

El Espectador
05 de diciembre de 2013 - 01:07 p. m.
Consejo de Estado contra las corridas de toros

Mientras en la Corte Constitucional estudian la posibilidad de darle el visto bueno al regreso de las corridas de toros a Bogotá, en el Consejo de Estado son vehementes y, en un reciente fallo, ese alto tribunal sale lanza en ristre contra estos eventos. Esa corporación es vehemente: "Es necesario que la humanidad cambie de paradigma en su visión con los animales, de tal forma que al igual que hoy no es permitida la esclavitud, el racismo, las olimpiadas en el imponente Coliseo Romano, etc., tampoco se permita someter a los animales –seres con sistemas nerviosos altamente desarrollados, similares en muchos eventos al de los humanos– a espectáculos en los que el humano satisface sus necesidades más primarias, y retorna a ese estado de naturaleza del que hablaba Hobbes en su Leviatán, al ver y disfrutar con el sufrimiento y sacrificio de seres animados capaces de experimentar placer, sufrimiento y lealtad".

Esta es una declaraciones hechas por ese alto tribunal en la sentencia en la que el Consejo de Estado le ordena al científico Manuel Elkin Patarroyo dejar de usar primates para sus experimentos, fallo en el que, además, es claro en señalar que los animales tienen derechos y no pueden ser tratados como cosas.

En ese mismo fallo, el Consejo de Estado hace serios cuestionamientos a la Corte Constitucional y dice: "la Corte Constitucional se ha ocupado de la materia pero no obstante reconocer un ámbito de protección de los animales, ha sostenido que ciertas tradiciones culturales –siempre que se practiquen de manera periódica y en sitios en los que esa costumbre se encuentra arraigada– pueden persistir con independencia del sufrimiento o trato irrogado a los animales".

Y agrega: "En este punto, la Sala destaca la incongruencia que se ha generado en la actualidad, ya que, desde un ángulo se protege a los animales que son empleados en los circos, así como se prohíben las peleas de perros, pero, del otro, se permite y protegen –tanto legislativa como judicialmente– actividades en las que la única finalidad consiste en someter a tratos crueles y degradantes a los animales que son obligados a participar en esas actividades. Y no se diga que se trata de escenarios que se integran al patrimonio cultural de la humanidad, porque de avalarse esta perspectiva no habría diferencia alguna entre “la noche estrellada” de Van Gogh y una temporada taurina en una plaza de toros".

Pese a criticar las corridas, el Consejo de Estado es claro en que hay que proteger laboralmente a quienes derivan su sustento de estos eventos; sin embargo, aclara que es "prioritario que el Estado brinde soluciones laborales alternativas a todas las personas que trabajan en este tipo de espectáculos, pero que impida que se siga discriminando a los animales en atención al tipo de actividad en el que participan. Por consiguiente, será tanto inconstitucional e ilegal una actividad circense como aquella en la que se somete al maltrato, a la crueldad y a la humillación al animal".

Estos señalamientos se dan mientras la Corte Constitucional revisa una tutela interpuesta por la Corporación Taurina de Bogotá contra la decisión de la Alcaldía de Bogotá de prohibir las corridas en la ciudad. Esta semana, una sala, compuesta por los magistrados Luis Guillermo Guerrero, Jorge Pretelt y Mauricio González Cuervo, estudia una ponencia presentada por el magistrado González para que las corridas vuelvan a Bogotá. Se espera que haya pronto una decisión.

Mientras tanto, el Consejo de Estado deja planteado su rechazo. "En este punto, y a modo de conclusión es importante destacar el pensamiento del expresidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln defensor de los derechos de los animales: “Estoy a favor de los derechos de los animales al igual que de los derechos humanos. Es la única manera de ser un humano completo… Los animales merecen ser tratados con humanidad y no sufrir a manos de los seres humanos y si eso me convierte en un activista o un loco, así sea… No me importa mucho la religión de un hombre, cuyo perro y gato no es lo mejor para él".

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar