Convenio de repatriación de colombianos presos en China estaría listo para 2016

 En China, según la Cancillería colombiana, hay 144 colombianos detenidos, 3 de ellos condenados a pena de muerte efectiva, 11 condenados a pena de muerte con suspensión de dos años y 10 condenados a cadena perpetua. Esta semana se completó el primer proceso de repatriación de un connacional preso en este país, Harold Carrillo, detenido en 2010 con 1.700 gramos de cocaína en su cuerpo en el aeropuerto internacional de Bayun, en la ciudad china de Guangzhou. (Vea: La repatriación después de Hárold Carrillo)

El caso de Carillo abrió la puerta para completar definitivamente el pacto de repatriación entre el Gobierno chino y colombiano. De hecho, en la tarde de este domingo el ministro de Justicia, Yesid Reyes, adelantó que este acuerdo estaría listo para principios de 2016.

El titular de la cartera de Justicia señaló en entrevista con Caracol Radio que se tratara de un proceso paulatino y que el gobierno tendrá potestad de reevaluar cuál será la condena a pagar una vez los colombianos estén en el país.

“Con la advertencia de que eso no significa que las 53 personas vayan a hacer repatriadas, el convenio está enfocado a privilegiar casos que por razones humanitarias se hagan beneficiarios de esa repatriación”, resaltó Reyes.

Así mismo reiteró el llamado del Gobierno a no caer en el narcotráfico. En China “hay una política muy dura contra las drogas, se sanciona el tráfico de drogas con penas que pueden ser de prisión perpetua o incluso pena de muerte (…) se ha dicho reiteradamente que aquellas personas que viajen a China tengan presenten que el tráfico de estupefacientes en china acarrea pena de muerte o pena de prisión perpetua y a esa pena se exponen quienes quieran llevar droga a la China”.

Y es que China es el país que más ejecuciones realiza en el mundo. Aunque las cifras exactas no se conocen porque son un secreto de Estado, se calcula que son entre tres mil y cinco mil ejecuciones cada año.

Mientras el acuerdo llega a un punto final, queda pendiente el tema de los colombianos que no han sido juzgados y el de aquellos que llevan hasta cinco años esperando el juicio.