El Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, buscaba intimidar a sus blancos políticos enviándoles muñecas ensangrentadas, según denunció el exsubdirector de Contrainteligencia de esa entidad, Jorge Alberto Lagos.
El exfuncionario reconoció que recurrían a métodos amenazantes para amilanar a representantes de movimientos obreros y de organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos.
“Se hizo una actividad de desprestigio sobre algunas ONG (…) se enviaban sufragios, a veces se enviaban muñecas untadas de sangre, actividades irregulares”, sostuvo ante un juez Penal Especializado de Bogotá.
Recordó cómo se efectuaban seguimientos a personalidades pertenecientes a estos mismos sectores en el exterior, especialmente, los que integraban movimientos que eran insistentes en efectuar denuncias relacionadas con la situación de derechos humanos en Colombia.
La declaración se produjo en el marco del juicio que enfrenta el exdirector de Inteligencia del organismo, Carlos Alberto Arzayús, por las ‘chuzadas’, ante un Juzgado Penal Especializado de Bogotá.
Lagos fue condenado a ocho años de cárcel y, junto a Fernando Tabares (exdirector de inteligencia del organismo), se convirtió en el segundo sentenciado por el desarrollo de esta estructura ilegal de persecución.