:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/BlgGl8HdNThaQQ5vw2geNXJzCkQ=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/DGBALVDSPBAE5EX6SR7OAWVLTM.jpg)
Las autoridades se incautaron de abundante material de guerra e intendencia que iba para el frente 10 de las Farc y la disidencia de la banda criminal ERPAC, que se hace llamar “Los Cuchillos”, que delinquen en los Llanos Orientales.
La operación “República 11 Fase VII” se desarrolló gracias a la información brindada por una fuente humana que da cuenta del transporte de gran cantidad de armamento hacia los Llanos Orientales.
La información fue verificada por la Unidad Investigativa contra Bandas Criminales y Narcoterrorismo de la Dirección Antinarcóticos procediendo a ubicar un puesto de control en coordinación con los “Comando Jungla” a la altura del peaje Chinauta, jurisdicción del municipio de Fusagasugá, departamento de Cundinamarca.
En el sitio, los agentes Antinarcóticos y Comandos Jungla proceden a detener un campero que cumplía con las características descritas por la fuente y se desarrollan los protocolos de seguridad para dar paso a la revisión del automotor.
En el interior del vehículo fueron hallados un mortero, 40 granadas, 224 explosivos y seis chalecos con arnés.
El conductor del campero, identificado como Manuel Antonio Calderón Barragán, fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación y judicializado por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las fuerzas Armadas.
Se presume que el mortero iba a ser utilizado para atentar contra la Fuerza Pública.