Desde el año 2012, la Fiscalía venía haciéndole seguimiento a una denuncia sobre el cobro que realizaba una organización ilegal por ‘arreglar’ las notas en la Universidad de la Amazonía. Según el organismo investigador, los precios oscilaban, entre los $50 mil y $600 mil.
Luego de varias interceptaciones telefónicas, testimonios y seguimientos a los programas digitales utilizados para publicar las notas de los estudiantes, las autoridades pudieron establecer que ocho estudiantes alcanzaron a recibir el título profesional, luego de presuntamente haber pagado por subir las notas.
La Fiscalía pidió un total de 24 órdenes de captura y hasta el momento ha hecho efectivas 19, “entre ellos ocho personas que fueron graduadas como profesionales de varias facultades. El resto son estudiantes activos y particulares”, dice el proceso.
De acuerdo con la investigación, por la alteración en las calificaciones se efectuaron 73 registros, lo que sirvió para privar de la libertad a varios estudiantes.
Las afectaciones por los actos de corrupción permearon a las facultades de ingeniería de alimentos, derecho contaduría, administración de empresas y administración financiera.
En uno de los casos, la Fiscalía descubrió que un estudiante que estaba listo para graduarse “con el único fin de aumentar su promedio falsifico al menos cuatro notas para aumentar su promedio”, dijo un fiscal adscrito al caso.
A través de un comunicado, la Universidad de la Amazonia se refirió a la denominada “Operación Alma Mater”, relacionada con la red de falsificación de calificaciones al interior de la institución.
“Los hechos materias de las investigaciones adelantadas por las autoridades fueron denunciados por esta Alma Mater desde el año 2015, como resultado de un proceso de auditoría efectuado a partir de requerimientos internos, presentados en tal sentido por algunos docentes de la Universidad”, dice el texto.
La Universidad se declaró respetuosa de la labor de la Fiscalía y reiteró su compromiso y total disponibilidad para con las autoridades.