Al igual que ocurrió con el zar de las esmeraldas, Víctor Carranza, el reconocido esmeraldero Luis Eduardo Murcia, alias el Pekinés, fue despedido por cientos de pobladores del occidente de Boyacá que se trasladaron única y exclusivamente para asistir a su sepelio, en Bogotá.
Mientras tanto, en Boyacá, las autoridades ultiman detalles para el consejo de seguridad que se realizará hoy, convocado por la Asociación para la Normalización, Verificación, Desarrollo y Paz del Occidente de Boyacá, presidida por el obispo de Chiquinquirá (Boyacá), monseñor Luis Felipe Sánchez.
Se espera que a este encuentro asistan representantes de las autoridades locales y de la sociedad civil y que se evite una nueva guerra verde por cuenta del asesinato de Murcia, perpetrado el pasado 11 de septiembre en zona rural de Arbeláez (Cundinamarca). Igualmente, la Asociación para la Paz del Occidente de Boyacá le ha solicitado a la Fiscalía “que le informe a la ciudadanía sobre los resultados de las investigaciones de todos los delitos”.
La Asociación denunció que “hasta la fecha no se ha sabido de detenciones o nombres de responsables de estos hechos, que desorienta a la comunidad y que crean un ambiente de apología al delito por cuanto no se ha prestado pronta y cumplida justicia”.
E indicó que hechos como el asesinato del Pekinés, quien fuera sobreviviente de la guerra verde de los años 90 y jefe de uno de los poderosos clanes que controlan hoy en día el negocio de las esmeraldas, enluta a “la provincia Occidente de Boyacá y llena de zozobra y desesperanza a sus moradores, como ha ocurrido en otras similares circunstancias”. Todo apunta a que, tras la violencia que se vive en el gremio de los esmeralderos, hay una guerra no declarada entre la familia Rincón y los herederos y socios de Carranza por apoderarse del negocio de las esmeraldas. Actualmente, Pedro Nel Rincón, alias Pedro Orejas, jefe del clan Rincón, se encuentra preso por cuenta de un proceso en su contra por el delito de porte, tráfico y fabricación de armas.
Esto debido a que en 2010 las autoridades hallaron una caleta —que al parecer pertenecía a Pedro Oliveiro Guerrero, alias Cuchillo— de armas en uno de sus predios. Por su parte, el hermano del Pekinés, Óscar Murcia, se encuentra detenido por su presunta participación en el asesinato del abogado de Pedro Orejas, Víctor Armando Ramírez García.