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En desarrollo de operaciones militares en Cauca y Nariño, el Ejército Nacional logró un duro golpe contra diferentes estructuras de grupos armados al margen de la ley en el país. En el primer departamento, sobre el sector de la vereda Las Brisas, del municipio de El Bordo, los militares ubicaron una caleta con importante material de guerra.
Entre los hallazgos más significativos se encuentra una ametralladora punto 50, arma que tiene un alcance de aproximadamente 2.000 metros de distancia y tiene la capacidad de afectar vehículos y embarcaciones de bajo blindaje, fortificaciones livianas y aeronaves en vuelo bajo.
En este mismo sector, el Ejército descubrió otra caleta con tres fusiles calibre 5.56 milímetros y 17 proveedores, material de guerra que será entregado a las autoridades correspondientes para su judicialización y posterior destrucción.
En el municipio de Patía, ubicado también en el Cauca, los militares hallaron una fábrica de explosivos con 12 morteros artesanales, 470 artefactos explosivos tipo cabeza para tatuco, 100 artefactos explosivos improvisados tipo tatuco, 650 kilos de pólvora negra, 700 kilos de metralla, 9 cilindros, 13 ventiladores y 3 prensas.
Otra fábrica de este tipo fue desmantelada en la vereda Santa Fe, que funcionaba al interior de una humilde vivienda. Allí se logró la incautación de un cañón para fusil Barret, 29 granadas, 150 cartuchos calibre 16 milímetros y una mina tipo sombrero chino, entre otros.
Se estima que el lugar producía mensualmente 2.000 artefactos explosivos no convencionales.
Operaciones en Nariño
En coordinación con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), el Ejército descubrió en el municipio de Ipiales (Nariño) una caleta con dos morteros de fabricación artesanal y 250 kilos de anfo aluminizado, explosivo industrial que es comercializado en algunos países.
Por su parte, en zona rural del municipio de Barbacoas, los soldados hallaron un mortero artesanal de 60 milímetros, un equipo de visión nocturna, cuatro radios de comunicación, siete granadas de mano, 60 proveedores para fusil, 930 cartuchos y 1.000 metros de cordón detonante.
Finalmente, en una operación militar en zona rural de Mallama, las tropas destruyeron siete artefactos explosivos improvisados que fueron instalados en un camino por donde transitan permanentemente las personas que habitan el sector.