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El magistrado Gustavo Malo dejó esperando a sus compañeros de la Corte Suprema de Justicia, el pasado martes 20 de marzo. A las ocho de la mañana, los togados esperaban al cuestionado magistrado en una sala extraordinaria en la que esperaban definir si Malo se queda o sale del alto tribunal, mientras se adelanta una investigación en su contra por, supuestamente, haber participado en el cartel de la toga.
No fue hasta entradas horas de la tarde que a la Corte llegó una carta firmada por Malo y la excusa médica que una semana antes había negado el alto tribunal. A los magistrados, que se volvieron a reunir esta mañana en una sala extraordinaria, no les quedó otra opción que aceptar el permiso médico. Según la nueva excusa, Malo tuvo que viajar a Cartagena para atender una lesión en su rodilla izquierda.
Fuentes cercanas al alto tribunal le expresaron a El Espectador su molestia por las dilaciones que ha presentado el magistrado Malo. “Está practicando toda una estrategia para evitar su regreso a la Corte y enfrentar lo que debería ser inevitable: su suspensión”, señaló una persona cercana al proceso. Los magistrados de la Corte Suprema se reunirán el próximo 3 de abril para discutir la permanencia de Malo en el alto tribunal.
En noviembre del año pasado, varios magistrados emprendieron un movimiento dentro de la corporación para cambiar el reglamento de la Corte y promover nuevas reglas de juego para enfrentar la peor de las crisis que hasta ahora haya enfrentado el sistema judicial en Colombia. Sus esfuerzos tuvieron resultado y en el diario oficial de finales de noviembre, condensaron el nuevo punto del reglamento en donde acordaron que, mientras se desarrolla un proceso penal en contra de un magistrado, estos pueden ser suspendidos de sus cargos.
Este es, precisamente, el artículo que el próximo martes 3 de abril, se discutirá en la sala extraordinaria que convocó la Corte Suprema de Justicia, el magistrado Malo podría ser el primero en tener que cumplir con el nuevo reglamento.