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El panameño del M-19 en el holocausto

Fiscalía busca identificar plenamente a Diógenes Benavides Martinelli, quien al parecer participó en la toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985.

Juan Sebastián Jiménez Herrera
01 de octubre de 2014 - 04:16 a. m.
En noviembre de 1985 el M-19 se tomó el Palacio de Justicia.  / Archivo - El Espectador
En noviembre de 1985 el M-19 se tomó el Palacio de Justicia. / Archivo - El Espectador

La Fiscalía sigue empeñada en identificar los restos de las víctimas del Palacio de Justicia enterradas en el Cementerio del Sur, en Bogotá, para ver si, de carambola, da con los cuerpos de los 11 desaparecidos durante este holocausto, ocurrido entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985. Hace dos semanas, el ente investigador anunció la identificación de los restos de las guerrilleras del M-19 Carmen Cristina Garzón y Mónica Molina Beltrán, y anunció una investigación para esclarecer la forma en la que murieron. Ahora esa entidad acaba de solicitarles a autoridades panameñas ayuda para confirmar si uno de los enterrados en el Cementerio del Sur es el guerrillero panameño Diógenes Benavides Martinelli.

Benavides es mencionado en el Informe sobre el holocausto del Palacio de Justicia realizado por el Tribunal Especial de Instrucción Criminal en 1986, como el único extranjero que hizo parte de la toma de la sede del Poder Judicial. De acuerdo con ese informe, Benavides Martinelli nació el 3 de agosto de 1942 en Soná (Panamá). Se identificaba con la cédula número 9-57-16 y con una licencia de conductor expedida por la Guardia de Panamá.

Sin embargo, según documentos oficiales, a Benavides se le encontró un carné de identificación expedido por el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, bajo el número 12708, en su condición de funcionario del Ministerio del Trabajo dentro del Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua. Al parecer, militó en su momento en el Frente Sandinista de Liberación Nacional y fue uno de los responsables de que armas de ese grupo guerrillero fueran a dar a manos del M-19.

“Hay evidencia de la utilización, por los ocupantes del Palacio de Justicia, de armas que en su tiempo fueron facilitadas por el gobierno venezolano a los guerrilleros sandinistas, durante la lucha contra el régimen de Anastasio Somoza y de un armamento que perteneció, en aquella época, a la Guardia de Nicaragua. No existe en el proceso información alguna que permita conocer cómo llegó el armamento a poder de los insurgentes del M-19. Obra sí una nota de la Cancillería colombiana, dando aceptación a las explicaciones brindadas por el actual gobierno de Nicaragua”, resaltó el tribunal en su informe de 1986.

Y agregó: “Todos estos documentos hacen parte de la investigación y —en lo posible— fueron comprobados en la República de Panamá, sin que para hacer lo mismo en Nicaragua se hubiesen dado idénticas facilidades”. Ese reporte de 1986 sostuvo que la presencia de Benavides dentro del Palacio de Justicia fue acreditada suficientemente. El abogado Gabriel Salom, auxiliar de un consejero de Estado, “identificó a Benavides Martinelli por las fotografías de los documentos mencionados y por la foto del cadáver que aparece en las gráficas 117313, 117314, 117316 y 117318, correspondientes al acta de levantamiento número 1113 que, inicialmente, se hizo figurar como correspondiente a Mario García Restrepo, a cuyo nombre portaba el occiso una cédula de ciudadanía colombiana que luego se probó había sido falsificada”.

El tribunal especial estableció en ese momento que el panameño fue una “figura de especial importancia dentro de ese grupo guerrillero”, que fue herido en los momentos iniciales de la ocupación y se refugió en un ángulo del baño. “Precisamente en el último de los lavamanos, y con serenidad pasmosa, aguardó sin inmutarse el desarrollo de los acontecimientos. Varios rehenes lo confundieron con Jacquin, el abogado que colaboró desde adentro en la toma”. En 2010 el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad Nacional de Colombia hizo una identificación parcial de 13 personas, al parecer muertas durante la retoma del Palacio de Justicia. Entre ellas figuraba Benavides Villa.

No obstante, con el ánimo de tener certezas, la justicia colombiana, cuatro años después, espera que las autoridades panameñas le ayuden, mediante pruebas de ADN a los familiares de Benavides, a corroborar si el cuerpo enterrado en el Cementerio del Sur es el del ciudadano panameño o se trata de otra de las víctimas del Palacio de Justicia.

 

 

jjimenez@elespectador.com

@juansjimenezh

Por Juan Sebastián Jiménez Herrera

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