El primer colombiano preso China en ser repatriado ya se encuentra en Cali

Hárold Carrillo Sánchez estuvo en el corredor de la muerte de las cárceles chinas, pasó de enfrentar una pena de muerte en este país, a ser el primer colombiano en su condición en ser repatriado. Este sábado volvió a su tierra natal, Cali, donde deberá pagar la pena que fue negociada entre los gobierno de China y Colombia debido a una enfermedad terminal que padece.

Oswaldo Bernal, director regional del Inpec, señaló que ya se han adelantado los protocolos correspondientes para analizar la situación de salud del interno que llega a la cárcel de Villahermosa. ( vea: La repatriación después de Hárold Carrillo)

“Están en todo el proceso de reseña, primero se hizo la valoración médica, que se hace como procedimiento normal a todos los internos. Nosotros lo recogimos en una ambulancia que le dio el tratamiento digno que debe tener una persona en sus condiciones”, dijo Bernal quien añadió que después de este protocolo se definirá el resto de condiciones de reclusión. (En video:Hárold Carrillo, el taxista repatriado desde China arribó a Cali)

Carrillo fue detenido en 2010 con 1.700 gramos de cocaína en su cuerpo en el aeropuerto internacional de Bayun, en la ciudad china de Guangzhou. En 2011 fue condenado a pena de muerte. A finales de 2014 le cambiaron la condena a cadena perpetua y en septiembre de este año se la conmutaron a 19 años y tres meses de prisión, para facilitar la homologación de la pena en la legislación colombiana y permitir su repatriación humanitaria. Desde finales de 2013, a Carrillo le diagnosticaron cáncer linfático y ahora se encuentra en delicado estado de salud. Llegó al país a pasar sus últimos días privado de su libertad, pero cerca de su familia, con la que sólo podía hablar cinco minutos al mes.

En China, según la Cancillería colombiana, hay 144 colombianos detenidos, 3 de ellos condenados a pena de muerte efectiva, 11 condenados a pena de muerte con suspensión de dos años y 10 condenados a cadena perpetua. Se espera que el caso de Carillo no sea la última repatriación. Varios son los colombianos en su misma situación que esperan poder volver a ver a sus familias y no tener que enfrentarse a la muerte como pena.