Exconcejal mandó a matar a su abuela por $2 mil millones

Su objetivo era quedarse con la herencia de la mujer y poder pagar unas deudas que tenía.

Redacción Judicial
16 de septiembre de 2013 - 09:26 a. m.
Luis José Mantilla Castro.
Luis José Mantilla Castro.
Foto: MARCO VALENCIA

“En enero de este año me reuní con Geovanny Lisandro Castro Rincón en el municipio de Los Patios (Norte de Santander). Me dijo que me cobraba $6 millones por matarla.

Le conté dónde vivía ella y sobre el restaurante y el Spa al que asistía con frecuencia (…) (El día en el que la mataron) Geovanny me llamó y me dijo que parecía que ya habían hecho la vuelta. Entonces nos encontramos y entramos a una tienda. Él me dijo que iba a ir hasta el sitio para ver qué había pasado. Se fue en un taxi.

Yo me fumé tres cigarrillos y cuando él regresó me dijo que ya la habían matado. Nos tomamos como diez cervezas cada uno. Perdí la noción del tiempo. Me fumé como un paquete de cigarrillos. Lloré”.

De esta forma el exconcejal de Los Patios (Norte de Santander), Luis José Mantilla Castro, le confesó a la Fiscalía su participación en el asesinato de su abuela de 90 años de edad, María Antonia Parra Rueda, ocurrido el pasado 23 de marzo. La anciana fue asesinada por sicarios cerca de su casa en el barrio Sotomayor, en Bucaramanga.

La idea era que el asesinato pareciera producto de un intento de hurto. Sin embargo, producto de las investigaciones se puso esclarecer que tras la muerte de Parra se encontraba su nieto.

Mantilla planeó el homicidio para quedarse con una herencia de $2 mil millones y poder pagar algunas deudas que lo aquejaban desde finales del 2012. Con este fin le pagó a unos sicarios, quienes durante meses se hospedaron en un hotel cerca de la residencia de la anciana y la siguieron varias veces hasta aprenderse su rutina. Los sicarios, al parecer, fueron estafados por otro sujeto que se hizo pasar por sicario y prometió asesinar a la mujer. Al final no lo hizo y los sicarios perdieron parte del dinero que Mantilla les había dado.

El pasado miércoles Mantilla se entregó a las autoridades en Pamplona (Norte de Santander). Y hoy se le imputaron los cargos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego. “Me entregué para ponerme en paz con la justicia, la sociedad y con Dios”, le dijo Mantilla a la Fiscalía. El exconcejal fue cobijado con la medida de aseguramiento y enviado a la cárcel de Palogordo, en Girón (Santander). Por estos mismos hechos se encuentran privados de la libertad Eduardo Gallardo Valero, Cristian David Olivo Eslava, Geovanny Lisandro Castro Rincón y Carlos Arturo Rivas Velasco, señalados como autores materiales del hecho. Ahora Mantilla se encuentra a la espera de la condena en su contra. Por haber confesado es probable que se reduzca la pena a imponérsele. Lo cierto es que seguramente no va a poder disfrutar de una herencia de la que quiso apoderarse a punta de las peores artimañas y acabando con su propia sangre.

Por Redacción Judicial

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