Apuñalado, con las manos atadas y en el jacuzzi de su apartamento, en el piso 21 de un edificio en el barrio La Macarena, ubicado en el centro de Bogotá, fue encontrado el cuerpo del revisor fiscal de Cafesalud, Luis Alfredo Caicedo. Su muerte, que según sus familiares fue a manos de un joven, se da en medio de una pelea interna por obtener el control de la EPS que hoy maneja el mayor número de usuarios en Colombia (cerca de 5 millones), luego de asumir los afiliados que venían de la extinta y liquidada Saludcoop. Fuentes consultadas indicaron que Caicedo debía presentar en la tarde de ayer un informe ante la junta directiva de Cafesalud sobre el estado de cuentas de la entidad.
Aún no se ha señalado que la muerte de Luis Alfredo Caicedo esté relacionada con las pugnas internas en Cafesalud. El minostro de Salud, Alejandro Gaviria, expresó que le aterraría que el crimen estuviera relacionado con la investigación por corrupción en Cafesalud. El homicidio ocurre una semana después de la salida de Guillermo Grosso, quien se desempeñaba como presidente de esa EPS, luego de que su junta directiva decidiera removerlo del cargo.
Lo que se conoce de Caicedo es que, además de ser el encargado de revisar que en la EPS se paguen los impuestos y que todos los movimientos financieros queden registrados en las cuentas de la entidad, era uno de los socios fundadores de Baker Tilli, especialista en auditorías. Además tenía una especialización en servicios de salud y un diplomado en auditoría para la calidad en salud.
El cuerpo de Luis Alfredo Caicedo fue encontrado muy temprano en la mañana de ayer por su empleada doméstica, quien al parecer halló una escena escabrosa: manchas de sangre en el piso del apartamento, como si el cadáver hubiese sido arrastrado, y éste atado de manos y con puñaladas dentro del jacuzzi. Según versiones conocidas, los vecinos y celadores del edificio habrían visto a un hombre joven ingresar a la vivienda de Caicedo.
El revisor fiscal tenía más de 30 años de experiencia en el sector salud y prestó servicios en diferentes empresas de banca, petroleras, de transporte, gas, salud y manufactura. Asimismo era vicepresidente del Instituto Nacional de Contadores Públicos de Colombia, expresidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública y exmiembro de la junta directiva del club de fútbol Los Millonarios.
Su muerte ha generado expectativa por la labor que realizaba en Cafesalud, pues era el encargado de revisar las cuantiosas deudas y problemas financieros en los que se sumió la EPS y que se agudizaron más cuando asumió la administración de la liquidada Saludcoop. Esta última era la EPS privada con mayor número de usuarios y parecía rentable, sin embargo, a cierre de diciembre de 2015, sus pérdidas superaron los $350.000 millones y sus deudas los $1,3 billones. Por esas razones, el Ministerio de Salud decidió liquidarla el 25 de noviembre del año anterior.
Una de las mayores críticas que se hizo a la integración de Saludcoop a Cafesalud fue que no se estaban corrigiendo los errores del pasado, pues la segunda EPS estaría incurriendo en los mismos errores que llevaron a la quiebra a aquélla: despilfarro de dinero en lujos innecesarios, arreglos de sedes que no pertenecían a ella, uso innecesario de vehículos blindados para directivos de la entidad, incremento inexplicable en viáticos y gastos administrativos o aumento de nómina de casi 8.000 personas.
Otras de las críticas que se le han hecho al proceso adelantado por Cafesalud es que se ha visto politizado, pues al parecer se habrían repartido cargos en el interior de la EPS a cambio de favores y respaldos políticos, especialmente de congresistas del Partido de la U. Tanto así que se sugiere que son tales las presiones que se viven hoy dentro de Cafesalud que algunos se atreven a decir que se podría convertir en una nueva Caprecom, la EPS pública más grande que terminó politizada y en la quiebra.
Por el momento las autoridades avanzan en las pesquisas para saber a ciencia cierta por qué fue asesinado Luis Alfredo Caicedo. Una de las hipótesis es que se debió a motivos económicos, pero la familia descartó que se tratara de un robo, pues no se llevaron nada del apartamento. Conocidos del revisor fiscal advirtieron que Caicedo no tenía enemigos y que, por el contrario, siempre fue “un empresario maravilloso y un ser humano especial”.