El próximo 11 de febrero la Fiscalía General acusará formalmente a dos cabos del Ejército Nacional vinculados con las actividades ilegales que se adelantaron desde la denominada Sala Andrómeda. Los uniformados son investigados por su presunta participación y responsabilidad en la obtención y publicación de información reservada de personas relacionadas con el proceso de paz que se adelanta entre la guerrilla de las Farc y el Gobierno en La Habana (Cuba).
El ente investigador presentará el escrito de acusación por los delitos de cohecho, violación de datos personasles y espionaje por las actividadesz adelantadas desde dicha Sala que operaba en un restaurante fachada en el sector de Galerías. Por estos hechos, desde octubre de 2014, se encuentran privados de su libertad en la cárcel de Facatativá. Los militares se han declarado inocentes y manifestaron que nunca incurrieron en una conducta contaría a la ley.
Igualmente se acusará formalmente al agente de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) quien habría participado en la interceptación de correos electrónicos, llamadas telefónicas de los negociadores de la guerrilla y el Gobierno. "Sabemos que esta información era procesada para generar alertas, con un contexto político, pero además de eso para negociar al mejor postor la información de inteligencia, eso lo tenemos, muy claro", manifestó en su momento el director del CTI, Julián Quinatana.
Según la investigación de la Fiscalía General, estas tres personas habrían entregado la información reservada con fines políticos al "mejor postor". Se ha podido establecer que muchos de esos datos le fueron entregados a una "campaña política". Debido a la connotación y riesgo para la seguridad nacional la mayoría de los datos recolectados en esta investigación se mantienen e reserva.